Caracas, 18 Jul. AVN.- China y Venezuela cumplieron 40 años de relaciones diplomáticas, casi medio siglo de vínculos que hace 15 años se consolidaron gracias a un punto de soldadura iniciado por el líder de la Revolución bolivariana, Hugo Chávez, quien hizo trascender estos nexos, convirtiéndolos en lazos de hermandad marcados por un sistema de justicia social: El socialismo.
La relación chino-venezolana avanza hacia la construcción de un mundo pluripolar, en el que es posible igualar y horizontalizar las posibilidades en el acceso de los pueblos, al desarrollo económico y al desarrollo tecnológico, es así como define el presidente venezolano, Nicolás Maduro los acuerdos de estos dos países.
China y Venezuela izan la bandera de un nuevo sistema económico que apunta hacia la reivindicación de los pueblos que han sido oprimidos por el capitalismo.
Los logros del fortalecimiento de los vínculos entre el mundo occidental y mundo oriental fueron alcanzados por la política de integración impulsada por Chávez durante su gestión.
Estas misma políticas son continuadas ahora por el presidente Maduro, muestra de ellos es que se prevé elevar la exportación petrolera al país oriental de 600.000 barriles diarios a 1 millón, lo que convertiría al país en el segundo socio comercial de la República Popular de China.
Justicia social
La creación del Fondo Conjunto Chino Venezolano en 2001, ha generado un impacto importante en la edificación de conjuntos urbanísticos a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y en el desarrollo científico- tecnológico del país.
Entre ambas naciones se han suscrito más de 300 acuerdos de cooperación y son numerosos los proyectos financiados por el Fondo chino-venezolano, entre los que resaltan la construcción y ampliación de las líneas de los metros de Valencia y Maracaibo, el reacondicionamiento de carreteras y la ampliación del sistema de transporte terrestre a escala nacional.
En materia tecnológica, Venezuela cuenta con dos satélites, fabricados en China y puestos en órbita desde ese país asiático: el satélite Simón Bolívar, lanzado el 29 de octubre de 2008; y el satélite Miranda, puesto en órbita el 28 de septiembre de 2012.
Para septiembre de 2013, se suscribieron 12 acuerdos en diferentes áreas. Allí se incluyó un nuevo tramo de financiamiento para el Fondo Chino-Venezolano; la constitución de una empresa mixta para el desarrollo del Campo Junín 1 de la Faja Petrolífera del Orinoco y un convenio para la elaboración del mapa minero del país suramericano y la ingeniería y estudio de factibilidad para el desarrollo de la mina de oro Las Cristinas, ubicada al sur del estado Bolívar.
El Fondo Conjunto Chino-Venezolano fue constituido en 2007, a través del cual China financia grandes proyectos, que Venezuela retribuye con suministro petrolero.
En marzo pasado fue anunciada la entrada de la tercera renovación del tramo A del Fondo Conjunto Chino-Venezolano, por 5.000 millones de dólares.
En mayo pasado, el presidente Maduro señaló que varios de estos fondos de financiamiento tienen previsto ampliarse también, para dar respuestas a las acciones golpistas que de la derecha venezolana, que han pretendido desestabilizar el país a través del narcotráfico, la especulación y el desabastecimiento.
Independencia política y financiera
En la actualidad las relaciones con la nación asiática tocan todos los aspectos de la vida de la sociedad venezolana, el financiero, tecnológico, científico, social y cultural.
El presidente Maduro destaca que el acceso a un mundo con mayor independencia de la dominación estadounidense, es el elemento más importante que determina esta relación.
Al respecto el canciller Elías Jaua ha manifestado que estos 15 años, en los que Venezuela recuperó su independencia, se ha podido avanzar como nunca antes, no sólo en las relaciones comerciales, financieras, energéticas sino en todas las políticas de cooperación de ambos pueblos.
Mientras que el canciller chino Wang Yi define a Venezuela como un país de peso en América Latina y afirma que China está unida a las iniciativas de integración. "Confiamos en que este país va a jugar un papel relevante tanto en la región como a nivel mundial".
El mandatario venezolano ha enfatizado que China con su más de 1.300 millones de habitantes es la primera potencia del mundo, y sus relaciones con otros países se basan en términos de igualdad, demostrando que es posible, ser una potencia económica sin pretensiones de colonización o dominación.
Es entonces, como lo dijo Chávez la integración de los pueblos, la gran pieza clave de este engranaje político, económico e histórico.
Los pasos de cooperación de ambas naciones apuntan más allá de lo económico y mercantil; pretenden marcar el paso histórico que cambiará la geopolítica mundial.
En ese sentido el presidente Maduro ha destacado que con estas relaciones, "vamos avanzando hacia la construcción de una alianza estratégica civilizatoria, profundamente humana, que acabará con la época de las potencias hegemónicas que sometieron a nuestros países".
Por lo que esta hermandad entre ambos pueblos cabalga sobre dos corrientes: la multipolaridad y la pluripolaridad política.
Esta integración entonces es posible gracias a las muchas posiciones semejantes y coincidentes en los asuntos del mundo y a la misma posición para defender la paz, cooperar estrechamente y lograr un desarrollo compartido en todos los aspectos, así lo define embajador de China en Venezuela, Zhao Rongxian.
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