por Hernán Mena Cifuentes
El buitre es una ave carroñera que habita en la mayor parte el planeta, pero existe una especie con figura humana aun no clasificada por los zoólogos, pero sí por el pueblo. Un grupo de criaturas repugnantes y siniestras, que como su hermano alado, revolotean en círculos y graznan dispuestos a caer sobre la presa para celebrar el festín que sacie su insaciable hambre de poder.
Como los de su especie americana, Cathartidae, que en Centroamérica y México reciben el nombre de Zopilote; en Colombia el de Gallinazo y en Venezuela el de Zamuro, estos especímenes rinden culto al Imperio, cuyo símbolo es el Águila calva, rapaz aún más voraz que desde el Norte les ordena ejecutar los más deleznables actos.
Como los Cathartidaes, esas nefastas criaturas, versión humana de la especie, se postran sumisas ante EEUU, como lo hacen los zamuros, gallinazos o zopilotes ante el Sarcoramphus papa, nombre científico del Zamuro rey, Cóndor de los Llanos o Zopilote rey.
El zamuro rey tiene derecho al corte inicial y a la mejor parte de la presa, mientras sus vasallos observan desde los árboles a espera de servirse lo que deja. Se conforman con las sobras. Y los buitres humanos hacen lo mismo, se quedan con las migajas, que les deja el amo como recompensa a su servilismo.
Su aguda visión y olfato les llevó nuevamente a concentrarse en Venezuela, creyendo que esta vez por fin había llegado el momento de devorar ese manjar tan codiciado. El plato más caro y exquisito de la región y que no han podido saborear pese a todos los esfuerzos hechos en más de una década de fallidos intentos.
Lo intentaron un 11 de abril, a través de un cobarde y vil golpe de Estado, pero su alegría fue efímera, pues apenas duró 47 horas, pues cuando creyeron tenerla entre sus garras, la Patria de Bolívar, fue rescatada por un pueblo y una fuerza armada leales.
Un pueblo y un ejército que es un solo poder, adquirido en mágica simbiosis de unidad y lealtad a su líder, el comandante y presidente Chávez, que fue devuelto al legítimo poder que se le dio, luego del fracaso sufrido por esos buitres con figura humana.
Tercos, obcecados y cegados, siempre por el hambre de poder, siguiendo como están acostumbrados las órdenes de su amo y señor, volvieron a intentarlo meses después, esta vez a través de un sabotaje petrolero.
Lograron paralizar el tránsito automotor en todo el país, tomaron supertanqueros boicotearon el transporte aéreo y marítimo, cerraron escuelas, liceos y universidades, apagaron la llama en las cocinas de millones de hogares y le robaron la alegría de la Navidad a los niños venezolanos.
Pero aquel vil atentado contra la economía y estabilidad de la nación a pesar de haber ocasionado cuantiosas pérdidas materiales a la nación, no hizo más que consolidar la fortaleza espiritual, la entereza, dignidad y voluntad de un pueblo y de un gobierno que unidos, volvieron a triunfar.
Pero estos rapaces, como siempre, por órdenes del amo, han vuelto de nuevo a revolotear. Y graznan como siempre pese a haber sido casi desplumados y apenas pueden volar, heridos por la reciente derrota sufrida en dos históricos procesos comiciales, en los que soñaban triunfar.
Su frustración y desengaño fue total ya que Hugo Chávez, Comandante y Presidente de los venezolanos le asestó una derrota electoral al pequeño buitre e insignificante rival que presentó un programa de gobierno que pretendía devolver al país al tiempo de las cavernas en que vivió durante la sombría y tenebrosa noche de la Cuarta República.
Fue una histórica victoria sobre ese enviado del Capitalismo salvaje cuyo modelo neoliberal dejó en el pueblo hambre, pobreza, ignorancia, enfermedad y otras plagas sociales, además de masacres, torturas y otros actos de violencia y represión, de esa triste era de 40 años de la que Chávez lo rescató.
En cambio, el comandante entregó al CNE el Programa de Gobierno -2013-2019- Un proyecto de 5 objetivos históricos, creado por un mandatario que más que político es un estadista.
Y es que existe una abismal distancia entre un político y un estadista, pues como lo definió James Freeman Clarke: “la diferencia entre un político y un estadista, es que el político piensa en las próximas elecciones, mientras el estadista en las próximas generaciones.”
Y eso es precisamente lo que ha hecho Chávez, pensar en el futuro de su patria, de nuestros hijos, nietos y biznietos y más allá de ellos en las generaciones por venir. Y ese proyecto lo resume en esos cinco objetivos que ha sabido trazar la visión futurista del mandatario venezolano.
El Primero, es la defensa, expansión y consolidación del más preciado bien que ha conquistado la Revolución Bolivariana en 13 años: “Hemos independizado a Venezuela después de 200 años. Hoy Venezuela es políticamente hablando, un país independiente. …Venezuela era doblemente dominada por el Imperio y la burguesía. Nosotros hemos logrado romper las cadenas,” dijo.
El Segundo está dedicado a continuar la construcción del Socialismo del Siglo XXI para superar y liquidar al Capitalismo salvaje.” “En el mundo hay solo dos grandes sistemas: el Socialismo y el Capitalismo.”
¿Hay alguien que cree que el sueño de Bolívar de darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible sería el Capitalismo.? No, es al revés. En el Capitalismo, eso está demostrado científicamente, lo que se produce es la mayor suma de infelicidad para la mayoría,” recordó.
El Tercero propone que “convirtamos a Venezuela en un país potencia en lo moral, político, social y económico…Ese tercer objetivo no sería posible si no logramos consolidar el primero, que es la independencia, si no logramos seguir construyendo el Socialismo: solo por ese camino podremos convertir a Venezuela en un verdadero país potencia, por esta parte del mundo,” explicó.
En el Cuarto, llama a la creación de un mundo multicéntrico y pluripolar para acabar con el proyecto unipolar del Imperialismo.”
“Necesitamos el equilibrio del Universo, como lo dijo Bolívar, y para ello es muy importante que mantengamos los portones abiertos, para que Venezuela siga jugando el papel en la nueva geopolítica internacional,…” recomendó.
En el Quinto objetivo del Proyecto, el comandante propone seguir contribuyendo a la salvación de la vida del planeta, que denunció una vez mas, “está siendo amenazada por el Capitalismo.
“Uno de los más grandes problemas que tiene el mundo y una gran amenaza, -destacó- son los grandes cambios climáticos, y resulta que los grandes países no quieren comprometerse con un conjunto de medidas para frenar el incremento de la temperatura del planeta.”
Como puede observarse, se trata de un Proyecto que no solo tiene alcance nacional, sino mundial. Que así como está orientado al desarrollo y progreso de Venezuela, lo está hacia el resto del planeta, llamado a preservar la existencia del ser humano y demás especies que lo pueblan.
Un proyecto propio de un visionario, de un estadista cuyo mensaje ha calado en la conciencia de la Humanidad, menos en la de esa especie de buitres humanos. Porque el cerebro de esas rara avis que afortunadamente son una minoría, es muy pequeño para entender todo aquello que signifique vida, amor y paz, valores prioritarios en el proyecto presentado por Chávez.
Porque ellos solo entienden de muerte, violencia y destrucción y siguen obstinados en esa carrera letal cuya meta es la de aniquilar a la Revolución Bolivariana a la que profesan un odio visceral.
Y como sus neuronas son sumamente escasas, le corresponde pensar por ellos y hacerlos actuar, a su hermano superior y amo, el Haliaeetus leucocephalus, o Aguila calva, figura central del gran sello oficial de los EEUU.
Ilustra el anverso del escudo yanqui, que junto con el lema o blasón colocado en su reverso expresan con toda claridad las pretensiones hegemónicas de EEUU en el marco de del Destino manifiesto perversa y mesiánica doctrina establecida por sus Padres Fundadores. Ese credo expansionista similar al Lebensraun, o Espacio vital, proyecto del Nazismo que condujo a la Segunda Guerra mundial, el conflicto bélico más sangriento de la historia.
Allí, en el reverso, figura una pirámide en cuyo vértice superior, está el “Ojo de Dios” y los lemas: Annuit Coepti (aprobar las cosas que se han iniciado) y Novo Ordus Seclorum, (Nuevo Orden de los Siglos), cita esta última que por sí sola explica los siniestros planes de dominación mundial que el Imperio adelanta a través de sus guerras de conquista.
El maligno proyecto siempre ha incluido a Venezuela, como lo confirman todas las fracasadas maniobras desestabilizadoras hasta ahora desatadas contra la Revolución Bolivariana, constituida en “piedra en el zapato del Imperio.
Y en la más reciente de sus macabras ediciones lo hizo a través de una guerra psicológica, en la que participaron en macabra alianza dirigidos por el buitre norteño, los buitres europeos y los repugnantes zamuros criollos.
Llegaron en bandadas por los espacios de los medios, los carroñeros del viejo continente lanzando graznidos macabros de calumnias y mentiras contra la Revolución Bolivariana y contra Chávez. Como los buitres criollos, tenían la misión imposible de descarrilar el tren revolucionario mediante un absurdo y ridículo pretexto apoyado en el argumento banal de Ausencia temporal y hasta Absoluta del presidente
Pretendían con ese planteamiento pseudo Constitucional y anti democrático, lograr lo que no habían logrado en catorce años de conjuras, a través de la violencia de un golpe de Estado, de un sabotaje petrolero, de guarimbas incendiarias, y marchas de protestas sin razón ni sentido, rechazadas todas por el pueblo.
Querían desalojar del sitial de mando de una nación a quien fue elegido y reeligió varias veces y también confirmado en un referendo con que se pretendió echarlo del poder adquirido por el voto, prueba fehaciente y única de legitimidad que solo otorga el pueblo.
Escogieron como bandera de sus nefastos planes, el 10 de enero, fecha en que tradicionalmente toma sesión de la presidencia un mandatario electo, no un reelecto, como es el caso de Chávez, quien en el caso de no poder hacerlo ese día, según establece la Carta Magna puede hacerlo después ante el Tribunal Supremo de justicia. Diseñaron un Plan Maestro el cual venían desarrollando desde hace algún tiempo, como siempre, en complicidad con los medios mercenarios del Imperio.
Llenaron los espacios de diarios, revistas, radio y televisión con mensajes que anunciaban el fin de la Revolución y de su líder. Una conspiración macabra, más letal que todas las desatas antes, pues consideraban, y es cierto, que era la oportunidad única de asestar el zarpazo de buitres que acabaría con ese proyecto inédito y pacífico y con su indiscutible líder.
Disimulaban su odio visceral, su rencor y revanchismo con pretextos absurdos, tomando irreverentemente para sus nefastos fines los estandartes sagrados de la Constitución Venezolana, pues como el lobo de la fábula que se esconde bajo una piel de oveja, pensaban que está vez, así podrán convencer y engañar al pueblo, un pueblo que no es el mismo de antes.
Un pueblo que ha adquirido suficiente conciencia política y social como para saber quien es su amigo y quien su enemigo, y sabe que el proceso revolucionario es su garantía de bienestar y progreso, y que la contrarrevolución solo ofrece ruina y pobreza como las que padeció durante los 41 años de la corrupta Cuarta República.
No pudieron tampoco chantajear con sus cantos de sirena a la Fuerza Armada Bolivariana cuya lealtad a su Comandante en jefe, ha sido puesta a prueba más de mil y siempre ha salido indemne dispuesta en todo momento a confirmar su fidelidad a su único y legítimo líder, el presidente Chávez.
Pensaron que sus planes no iban a ser descubiertos, que la Revolución Bolivariana, sus líderes y el pueblo venezolano se habían dormido sobre sus laureles embriagados por el triunfo.
No fue así, pues las autoridades, advertidos por Chávez, seguían paso a paso el desarrollo de la conjura, hasta que finalmente los conspiradores recibieron la respuesta contundente a través de un Comunicado oficial breve, pero muy convincente.
El documento fue leído en cadena nacional de Radio y Televisión a todo el país, por el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas. Su texto alude inicialmente al estado de salud del jefe del Estado y más adelante denuncia la conspiración fascista. “La guerra psicológica” que la dictadura mediática mundial ha desatado contra el proceso y su dirigente.
“El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, -destaca el documento al referirse a este último aspecto- advierte al pueblo venezolano sobre la guerra psicológica que el entramado mediático transnacional ha desatado alrededor de la salud del Jefe del Estado, con el fin último de desestabilizar a la República Bolivariana de Venezuela, desconocer la voluntad popular expresada en las elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre y acabar con la Revolución Bolivariana liderada por Chávez.”
“Hasta la victoria siempre. ¡Que viva Chávez!”
“A buen entendedor pocas palabras”, afirma el sabio aforismo. Para qué una explicación, si lo expresado en el Comunicado basta para que los conjurados sepan y entiendan que se ha cancelado una vez más el Festín de buitres con el que siempre soñaron.
Mejor que así lo hagan, pues de lo contrario, si se atreven a proseguir con su plan conspirativo de seguro que les ocurrirá lo mismo que aquel 13 de abril del año 2002.
El día aquel que salieron en desordenada desbandada del Palacio de Miraflores huyendo de la furia de un pueblo que si esa vez perdonó a la mayoría de ellos, esta vez no está dispuesto a hacerlo.
Porque la justicia será implacable con esos buitres, aves carroñeras con figura humana. Los que inútilmente atentan contra un proceso que se ganó el respeto y admiración de los pueblos del planeta e hizo que muchos de ellos siguieran su ejemplo libertario de dignidad y soberanía escrito con el puño y letra del Comandante Hugo Chávez.
Hernán Mena Cifuentes
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