Hace 45 años, el 31 de agosto de 1967, murió con el fusil en mano en una emboscada que había preparado un destacamento especial del ejército boliviano al grupo guerrillero.
Seis semanas después cayó también su comandante, Ernesto „Che“ Guevara de la Serna, asesinado por agentes a sueldo de la CIA.
En su día, la socialista RDA reconoció el compromiso revolucionario de la mujer que había sido ciudadana suya desde 1952 dando su nombre a más de dos centenares de instituciones.
Sin embargo, en 1990 tras la unificación de los dos Estados alemanes que selló la victoria de la capitalista República Federal de Alemania (RFA) se inició una purga penal y política, social y cultural que llegó a erradicar también el nombre de “Tamara Bunke”. Sólo su madre, Nadia, defendió el recuerdo de su hija contra cada tipo de calumnia y desinformación.
Tamara nació en 1937 en Buenos Aires, adonde sus padres habían emigrado, porque al ser comunistas su vida corría peligro en la Alemania nazi. En 1952 la familia Bunke volvió a Alemania, en concreto a la RDA, para ayudar en la construcción del socialismo.
Tamara se entregó de lleno en esta labor, militando en diferentes organizaciones de masa. Vivió que el socialismo no era algo abstracto, sino algo real Cuando pidió el ingreso en el Partido Socialista Unificado de Alemania dejó claro que en adelante quería volver a su “patria Argentina” para ayudar al Partido Comunista, entonces prohibido.
Mientras tanto Tamara se interesaba por el curso que tomaba la Revolución cubana y en 1960 llegó a ser interprete del comandante Che Guevara durante su visita a la RDA. Un año más tarde Tamara viajó junto con el ballet nacional de Cuba a la Isla y se entregó de lleno a la consolidación y defensa de la Revolución cubana.
En 1963 se encontró en disposición de partir a la lucha en América Latina. Su instructor Ulises Estrada la preparó para luchar en el frente clandestino. Tamara adoptó el nombre de lucha „Tania“, en recuerdo de una partisana soviética que murió luchando al fascismo alemán.
El destino le llevó a Bolivia donde bajo identidad falsa recogió informaciones sensibles que ayudarían al Che a iniciar la guerrilla en el país andino. En adelante sería su enlace con los compañeros cubanos en el exterior.
En 1967 Tamara se convirtió definitivamente en „Tania, la guerrillera“ cuando por diferentes razones ya no podía regresar a La Paz y optó por integrarse en la guerrilla liderada por el Che.
Mientras que en Alemania la amnesia histórica ha borrado casi por completo el recuerdo de Tamara Bunke, en Cuba se mantiene viva a “Tania, la guerrillera inolvidable”.
Así se titula la segunda edición ampliada del libro que escribieron la escritora Marta Rojas y la periodista Mirta Rodríguez Calderón junto con Ulises Estrada.
Y es más: El comandante de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz cumplió su promesa dada a la madre Nadia de que sus expertos iba a buscar también los restos mortales de su hija en Bolivia y que ésta descansaría definitivamente en el Memorial Ernesto Che Guevara junto al „guerrillero heroico“ y a los demás 37 compañeros que cayeron con ella en la guerrilla boliviana.
En 1998 su madre presenció las honras fúnebres que el Estado cubano y el pueblo de Santa Clara le rindieron a “Tania, la guerrillera“.
En 1999 la comisión municipal de Historia de Cienfuegos colocó una placa conmemorativa en la casa donde Tamara su preparó para lucha clandestina.
Marta Rojas terminó el mencionado libro sobre Tamara con la siguiente cita del líder guerrillero boliviano Inti Peredo que había luchado junto con Tania: “¡Murió heroicamente por la libertad de América Latina, pero vivirá siempre como un ejemplo de lo que es capaz de hacer una mujer valiente y revolucionaria de verdad!”
Ingo Niebel AVN
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