Por: Jesse Chacón
El pasado 7 de octubre, el pueblo de Venezuela revalidó de forma mayoritaria la gestión del presidente Hugo Chávez y su proyecto de futuro para el país. Los resultados electorales -8,1 millones de votantes; 55% del electorado-, los indicadores socio-económicos y las tendencias que revelan los diferentes estudios demoscópicos señalan que el país entra en esta nueva etapa pleno de confianza en su porvenir y satisfecho por todo lo que se ha logrado en estos 14 años de proceso revolucionario.
En el apartado económico, las políticas implementadas en Venezuela demuestran que hay una alternativa viable al capitalismo neoliberal que está sumiendo a medio mundo –y muy especialmente a los países del sur de Europa- en una crisis sin precedentes. El crecimiento del Producto Interno Bruto en el segundo semestre del año fue del 5,6% y se espera un nuevo incremento importante para el tercer trimestre, según adelantó el Banco Central de Venezuela. Por el contrario, la Eurozona sigue en recesión, con un crecimiento negativo de su PIB del -0,1% (los índices van desde el -0,3% de España hasta el preocupante crecimiento raquítico del 0,2% de la locomotora alemana). En Estados Unidos el aumento fue del 1,5%, más de cuatro puntos por debajo del venezolano.
El empleo, piedra angular de cualquier proyecto de país, también responde mejor a las políticas socialistas que al dogma neoliberal, como demuestran las cifras. La tasa de desempleo ha bajado desde el 15% de 1998 hasta el 7,3% actual. En la Unión Europea, tras cuatro años de recortes, el desempleo se ha disparado hasta el triste récord histórico del 11,6%, con casos absolutamente dramáticos como el de España o Grecia donde supera el 25% y uno de cada dos jóvenes no tiene trabajo.
Finalmente, la inflación continúa bajando y se sitúa en 17,9% (inflación interanualizada octubre de 2011/octubre de 2012), el registro más bajo en décadas.
Todos estos datos sugieren que los venezolanos y venezolanas se muestran conformes con el estado del país, esperanzados con el futuro y reforzados en el convencimiento de que el Proyecto Socialista es el que mejor garantiza la satisfacción de sus necesidades y derechos. Los datos de nuestro estudio: ‘Evaluación Post Electoral 7 de octubre de 2012. Caracterización político electora’, presentado este jueves en rueda de prensa, así lo demuestran.
Este estudio de GIS XXI revela que un 60% de los venezolanos respalda la gestión de Hugo Chávez en el último año, calificándola como “buena” o “muy buena”. Tras 14 años de mandato, este apoyo masivo no tiene parangón con ningún líder actual del mundo. Coherentemente con este respaldo, el 68% cree que su situación económica personal será “mejor” o “mucho mejor” dentro de un año, lo que indica una gran confianza en los tiempos venideros que surge a partir de la sólida base del positivo momento actual. Por último, que el 61% piense que la democracia venezolana salió reforzada el 7 de octubre refleja la estabilidad política, la firmeza institucional y la pujanza y vitalidad del sistema.
Los resultados del 7 de octubre, combinados con estos indicadores citados, impactarán notablemente en las elecciones regionales del próximo 16 de diciembre. De hecho, la cercanía en el tiempo permite considerar a ambos comicios como parte de un único proceso. Luego, la conclusión más evidente es que el chavismo parte como favorito y que al día siguiente de la votación habrá más estados pintados de rojo de los que existen en la actualidad.
Además de la victoria de Chávez, otro dato esencial para evaluar de forma correcta la influencia de las elecciones presidenciales en las estadales es el sentimiento de engaño entre las personas que votaron por Henrique Capriles. Al 34% de los venezolanos le sorprendió el resultado del 7-O. De este porcentaje, un 68% esperaba que ganara Capriles Estas personas fueron a votar para ratificar una creencia no empírica ni científica que había sido instalada por la candidatura de la derecha en contra de toda evidencia demoscópica seria. Para asentar estas falsas esperanzas, se utilizaron encuestas manipuladas e, incluso, se crearon encuestadoras ex profeso para las elecciones (Top Data, Predigmática, Datos Interdata), difundiendo sin rubor victorias de Capriles por porcentajes imposibles. Ahora, toda esa gente alberga un sentimiento de rabia y frustración contra sus propios dirigentes que tendrá su reflejo el 16 de diciembre.
Con respecto a los estados gobernados por el PSUV-PCV, en Barinas, Delta Amacuro, Portuguesa, Falcón, Yaracuy y Vargas, donde Chávez obtuvo victorias arrolladoras hace más de un mes, se revalidará el mandato sin problemas. Ocurrirá lo mismo en Apure, Aragua, Cojedes, Guárico y Trujillo. En estas regiones, inequívocamente chavistas, el obstáculo eran las críticas hacia los actuales gobernadores. Ninguno de ellos se presentará a la reelección, con lo cual el triunfo es muy probable con los nuevos candidatos, ya que no tienen una gestión que defender y, por el contrario, están fuertemente asociados a Hugo Chávez, una vinculación claramente ganadora.En Anzoátegui también hay grandes probabilidades de volver a ganar, ya que la nueva candidatura de Aristóbulo Istúriz también hace desparecer el problema de la gestión pasada y logra una articulación positiva de todas las fuerzas del chavismo en la región.
Las perspectivas de triunfo también se abren en estados gobernados por la derecha como Carabobo, Nueva Esparta, Zulia y Miranda, donde las críticas a la gestión de los actuales gobernadores son muy duras y se respiran deseos de cambio por parte del electorado. Especialmente significativo es el caso de Miranda, donde Capriles viene de perder con Chávez y quiere mantenerse en la Gobernación como último recurso para no desaparecer de la escena política y mantener sus aspiraciones como candidato a la Presidencia de Venezuela, que es su única obsesión. Los mirandinos son conscientes de esta estrategia y demandan un líder que se ocupe de resolver los problemas que les afectan, en lugar de un mandatarioque utilice la plataforma que da la gobernación para confrontar con el gobierno nacional, quedando la solución de los necesidades de los mirandinos en segundo plano. La designación del hasta ahora vicepresidente Elías Jaua para la Gobernación demuestra la gran importancia que el Gobierno le concede a Miranda, tanto por su potencial económico y peso demográfico como por importancia política y bagaje histórico.
Por su parte, en Monagas el gobernador pertenecía al chavismo; pero se pasó a una oposición que, ahora, se encuentra francamente dividida, por lo que existen serias probabilidades de recuperar la Gobernación.
Finalmente, hay seis estados en disputa donde la contienda electoral se presume apasionante y no se puede predecir ahora mismo quién va a ganar. En Bolívar, Sucre y Mérida, la división chavista en dos candidaturas dificulta la posibilidad de mantener el poder en las respectivas gobernaciones. No obstante, queda casi un mes para la cita electoral y habrá que vigilar con detenimiento el impacto de la campaña en la voluntad popular.
Las otras tres regiones con resultados inciertos y que se encuentran en manos de la oposición –Amazonas, Táchira y Lara- presentan dinámicas muy diferentes entre sí, siendo los casos más interesantes los de Táchira y Lara.
En Táchira la oposición se presenta dividida y el candidato chavista, José Gregorio Vielma Mora, llega avalado por la eficiente gestión que llevó a cabo al frente del Servicio Nacional de Administración Aduanera y Tributaria. Esta labor es reconocida por los líderes más racionales de la derecha. La combinación de ambos factores podría abrir un flanco en un estado ciertamente complicado por su condición fronteriza.
En Lara se tendrá que demostrar si el tránsfuga Henry Falcón ha generado un liderazgo propio o si, por el contrario, el voto se articula en torno a la figura de Hugo Chávez y al Proyecto Bolivariano.
Todas las incógnitas se despejarán el 16 de diciembre. La voluntad del pueblo venezolano es la que tiene la última palabra, como corresponde a una democracia asentada y firme. Pero mientras llega ese momento, desde GISXXI seguiremos ofreciendo a la opinión pública la radiografía sociológica del momento a través de rigurosos estudios demoscópicos basados en instrumentos científicos de análisis. Nuestra trayectoria nos avala. Por encima de cualquier otra consideración, tenemos un compromiso con el rigor, con la seriedad y con el trabajo bien hecho. Así lo demostramos en las pasadas elecciones y así lo volveremos a hacer en este nuevo proceso.
Jesse Chacón AVN
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