EFE.- El expresidente cubano, Fidel Castro, afirmó que el asesinato del diputado chavista Robert Serra se ajusta a lo anunciado por los "enemigos" del Gobierno venezolano y no cree que sea obra de la "causalidad".
En un extenso artículo publicado hoy por medios oficiales, Castro se refiere al crimen de Serra y al viaje a África esta semana de un grupo de médicos y enfermeros cubanos para combatir el ébola, y resalta que ambos hechos "reflejan el espíritu heroico y la capacidad de los procesos revolucionarios" en Cuba y Venezuela.
"No podría jamás creer que el crimen del joven diputado venezolano sea obra de la casualidad", indicó el líder cubano sobre el caso de Serra, quien fue asesinado junto a su esposa la noche del miércoles en su residencia de Caracas.
"Sería tan increíble, y de tal modo ajustado a la práctica de los peores organismos yankis de inteligencia, que la verdadera casualidad fuera que el repugnante hecho no hubiera sido realizado intencionalmente, más aún cuando se ajusta absolutamente a lo previsto y anunciado por los enemigos de la Revolución Venezolana", consideró Castro.
El exmandatario de 88 años calificó de "absolutamente correcta la posición de las autoridades venezolanas de plantear la necesidad de investigar cuidadosamente el carácter del crimen".
"El pueblo, sin embargo, expresa conmovido su profunda convicción sobre la naturaleza del brutal hecho de sangre", apuntó.
El Gobierno venezolano ha indicado que el asesinato del diputado oficialista de 27 años y su compañera fue realizado con un arma punzante y obedece a "una macabra encomienda" y fue planificado al detalle.
Respecto a la ayuda cubana para combatir el ébola, Fidel Castro resaltó que el viaje de esos colaboradores "es un ejemplo del cual un país puede enorgullecerse, pues no es posible alcanzar en este instante un sitial de mayor honor y gloria".
Comparó el "ejemplo" de esos sanitarios con el de "los cientos de miles de combatientes que fueron a Angola y otros países de África o América", y dijo que "el ejército de batas blancas ocupará un altísimo lugar de honor en esa historia".
"No serán los fabricantes de armas letales los que alcancen merecido honor. Ojalá el ejemplo de los cubanos que marchan al África prenda también en la mente y el corazón de otros médicos en el mundo, especialmente de aquellos que poseen más recursos, practiquen una religión u otra, o la convicción más profunda del deber de la solidaridad humana", agregó.
El grupo de 165 profesionales sanitarios viajó a Sierra Leona como parte de la primera brigada que envía Cuba a enfrentar el ébola, antes de mandar también cooperantes a Liberia y Guinea Conakry.
Castro sostuvo que es "dura la tarea" que tendrán esos cooperantes "aun al riesgo de su propia vida".
"El personal que marcha al África nos está protegiendo también a los que aquí quedamos, porque lo peor que puede ocurrir es que tal epidemia u otras peores se extiendan por nuestro continente", aseveró.
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