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sábado, junio 22, 2013

EL VIEJO CINE ALAMEDA…, se convirtió en un espacio para el fomento de las transpiraciones humanas

Por Antonio José Guevara Y Brunilde I. Palacios Rivas

PRENSA ALTERNATIVA, COMUNITARIA Y PEDAGÓGICA EL NEGRERO de san Agustín del Sur
EL VIEJO CINE ALAMEDA…, se convirtió en un espacio para el fomento de las transpiraciones humanas
Después de más de 37 años aproximadamente bajo llave, atrapado por el pasado…, el viejo cine Alameda fue tomado por el imaginario san agustiniano y por la población cultural que hace vida en la Parroquia san Agustín del Sur, el cual durante años había caído en la desidia y fue recuperado por sus voceros naturales. 

Para los san agustinianos que se han convertidos en tatareadores y melómanos de la salsa o de cualquier expresión cultural (o estilo musical) en sus diferentes espacios, la fecha del 13 de abril del 2004, tiene un gran valor político y socio cultura cultural, porque han logrado entender los motivos que llevaron a que un grupo de cultores y artistas populares, etc., tomaran la sede del viejo Cine Alameda, en el que comprendiendo que se había recuperado un espacio que no se tenía y que ha permitido el desarrollo del ocio creativo de los san agustinianos, porque se ha puesto en función del pueblo, de la gente, del común; pero lo más importante de todo, es que a partir de ese momento, la cultura negra y morena, adquirieron otro tipo de connotación, al comenzar y poner parte de su voluntad porque se les reconozcan y se les visibilicen; lo cual permitió abrir un espacio comunicacional (Programa Alternativo y Comunitario Salsa Negra con Estilo en la Radio Cultural Alameda. Su FM 100.3) que les ha permitido ser reconocido como hijos de un imaginario libertario que independizó cinco naciones y que sin su presencia, jamás nos fuéramos independizado del yugo español; pero lo más importante de ello, es que tuvieron la capacidad de echar a un lado su linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios Haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se convirtieron en parcelas, porque sabían que era necesario la “unidad en la acción”, en el que se comprendió que esos negros, morenos, pardos o mulatos, se había convertidos, en sujeto crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano, pero por encima de todo…! participativos y proactivos.

Es por ello que se hace necesario predicar la participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la República que se está formando hoy en Venezuela, encauzada dentro de los parámetros del socialismo, humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, que este fue un logro de la Revolución Bolivariana y que esta iniciativa partió de la premisa, que era necesario, no solamente producir un hombre nuevo (un ciudadano nuevo), ideológicamente, políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino que además, tuviera la capacidad para comprender la variedad de sus experiencias, lo cual debe permitirle reinterpretarlas según nuestra necesidades y ese gran paso que se dio de asumir tal responsabilidad con la toma del antiguo Cine Alameda, lo cual conllevó a que estos sujetos de la acción acabaran con el vació que desde hace mucho tiempo se estaba fortaleciendo en la parroquia, al tenerlo abandonado por más de treinta y cinco años (35), lo cual permitió elevar nuestro estima y eliminar los vestigio que sostenía que lo san agustinianos eran sujeto apáticos, que no les importaba su parroquia (menos su acontece diario) y una muestra de ello, fue que con su toma, se ganó un espacio que se ha venido consolidando por más de diez años, además que se ha convertido en el ideal, en el que convergen todas a las expresiones culturales, además que quienes la integran, tienen claro la necesidad de descolonizar las grandes áreas de colonización lúdicas, a través de la difusión de una energía diferente que permita predicar el ocio creativo e innovador, en el que se eleve el esplendor un mundo gozoso que exacerbe los más interno del ser humano, traducido simbólicamente en un lenguaje que se siente, en el que se pueda explayar a manera de mapa ancestral el crisol de identidades que integra las culturas de los venezolanos que se caracterizan por poseer una alta carga de melanina negra, en ese sincretismo que se hace transparente a través de su piel morena, mantuana, indígena y criolla, donde oímos el color contar cuentos y consejas, hasta hacer que el folklore mantenga un diálogo vivo con la magia que termina exaltándolo por una vía vinculada a la abstracción.

Por otro lado, sentimos que ha permitido que la melaza no pierda ese sabor a pueblo, el cual se hace contundente y transparente, porque no es mentira que es un espacio lúdico donde sus diferentes expresiones se transforman en un acto de creación que remueve el espíritu de quienes con profundidad se hacen dueños de lo que encuentran en sus espacios, donde cada bailador y bailadora, tatareador y tatareadora, creador y creadora, innovador e innovadora, melómano y melómana, aprendiz de percusionista, circenses, etc., convierte su aprendizaje, en un acto libertario, en el que se hacen presente de manera activa todo tipo de subjetividad, para darle rienda suelta a su imaginación, bajo el repique de las imágenes que entroniza en lo más interno de su ser (como una voz venida de los ancestros) que se ha convertido en el espíritu que fortalece el alma de los san agustinianos, en una especie de coraza que enriquece sus instintos, para buscar configurar una realidad más humana y digna a través de la difusión de la importancia que tiene la organización comunitaria (como instrumento de mucha importancia para la consolidación del estado comunal), basada en el respeto mutuo, la fraternidad para crear, construir y mejorarnos, superando el abuso, la pobreza, la violencia, la discriminación, asumiéndolo desde perspectivas y paradigmas de desarrollo diferentes que permitan la gran pieza de creación colectiva para superar los modelos parcelados, anacrónicos, con creatividad, conocimiento, innovación, descubrimiento y esencialmente con la pasión y la fuerza generativa que logra redimir y recomponer los causes de una sociedad fragmentada, al estimular procesos inéditos de innovación que permiten liberar las fuerzas creadoras y abrir oportunidades para una mejor comunicación que facilite el libre disfrute de considerarse humanos con todas sus cualidades, al posibilitar las dinámicas que sensibilizan la gestión de los cambios profundos, en los contenidos mismos de la vida social, al contribuir a las grandes transformaciones que tenemos que plantearnos en nuestro país, donde se hace necesario la construcción de un nuevo pensamientos, en el que se debe saber qué se debe cambiar y qué conservar. Después de más de 37 años aproximadamente bajo llave, atrapado por el pasado…, el viejo cine Alameda fue tomado por el imaginario san agustiniano y por la población cultural que hace vida en la Parroquia san Agustín del Sur, el cual durante años había caído en la desidia y fue recuperado por sus voceros naturales.

Para los san agustinianos que se han convertidos en tatareadores y melómanos de la salsa o de cualquier expresión cultural (o estilo musical) en sus diferentes espacios, la fecha del 13 de abril del 2004, tiene un gran valor político y socio cultura cultural, porque han logrado entender los motivos que llevaron a que un grupo de cultores y artistas populares, etc., tomaran la sede del viejo Cine Alameda, en el que comprendiendo que se había recuperado un espacio que no se tenía y que ha permitido el desarrollo del ocio creativo de los san agustinianos, porque se ha puesto en función del pueblo, de la gente, del común; pero lo más importante de todo, es que a partir de ese momento, la cultura negra y morena, adquirieron otro tipo de connotación, al comenzar y poner parte de su voluntad porque se les reconozcan y se les visibilicen; lo cual permitió abrir un espacio comunicacional (Programa Alternativo y Comunitario Salsa Negra con Estilo en la Radio Cultural Alameda. Su FM 100.3) que les ha permitido ser reconocido como hijos de un imaginario libertario que independizó cinco naciones y que sin su presencia, jamás nos fuéramos independizado del yugo español; pero lo más importante de ello, es que tuvieron la capacidad de echar a un lado su linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios Haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se convirtieron en parcelas, porque sabían que era necesario la “unidad en la acción”, en el que se comprendió que esos negros, morenos, pardos o mulatos, se había convertidos, en sujeto crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano, pero por encima de todo…! participativos y proactivos.

Es por ello que se hace necesario predicar la participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la República que se está formando hoy en Venezuela, encauzada dentro de los parámetros del socialismo, humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, que este fue un logro de la Revolución Bolivariana y que esta iniciativa partió de la premisa, que era necesario, no solamente producir un hombre nuevo (un ciudadano nuevo), ideológicamente, políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino que además, tuviera la capacidad para comprender la variedad de sus experiencias, lo cual debe permitirle reinterpretarlas según nuestra necesidades y ese gran paso que se dio de asumir tal responsabilidad con la toma del antiguo Cine Alameda, lo cual conllevó a que estos sujetos de la acción acabaran con el vació que desde hace mucho tiempo se estaba fortaleciendo en la parroquia, al tenerlo abandonado por más de treinta y cinco años (35), lo cual permitió elevar nuestro estima y eliminar los vestigio que sostenía que lo san agustinianos eran sujeto apáticos, que no les importaba su parroquia (menos su acontece diario) y una muestra de ello, fue que con su toma, se ganó un espacio que se ha venido consolidando por más de diez años, además que se ha convertido en el ideal, en el que convergen todas a las expresiones culturales, además que quienes la integran, tienen claro la necesidad de descolonizar las grandes áreas de colonización lúdicas, a través de la difusión de una energía diferente que permita predicar el ocio creativo e innovador, en el que se eleve el esplendor un mundo gozoso que exacerbe los más interno del ser humano, traducido simbólicamente en un lenguaje que se siente, en el que se pueda explayar a manera de mapa ancestral el crisol de identidades que integra las culturas de los venezolanos que se caracterizan por poseer una alta carga de melanina negra, en ese sincretismo que se hace transparente a través de su piel morena, mantuana, indígena y criolla, donde oímos el color contar cuentos y consejas, hasta hacer que el folklore mantenga un diálogo vivo con la magia que termina exaltándolo por una vía vinculada a la abstracción.

Por otro lado, sentimos que ha permitido que la melaza no pierda ese sabor a pueblo, el cual se hace contundente y transparente, porque no es mentira que es un espacio lúdico donde sus diferentes expresiones se transforman en un acto de creación que remueve el espíritu de quienes con profundidad se hacen dueños de lo que encuentran en sus espacios, donde cada bailador y bailadora, tatareador y tatareadora, creador y creadora, innovador e innovadora, melómano y melómana, aprendiz de percusionista, circenses, etc., convierte su aprendizaje, en un acto libertario, en el que se hacen presente de manera activa todo tipo de subjetividad, para darle rienda suelta a su imaginación, bajo el repique de las imágenes que entroniza en lo más interno de su ser (como una voz venida de los ancestros) que se ha convertido en el espíritu que fortalece el alma de los san agustinianos, en una especie de coraza que enriquece sus instintos, para buscar configurar una realidad más humana y digna a través de la difusión de la importancia que tiene la organización comunitaria (como instrumento de mucha importancia para la consolidación del estado comunal), basada en el respeto mutuo, la fraternidad para crear, construir y mejorarnos, superando el abuso, la pobreza, la violencia, la discriminación, asumiéndolo desde perspectivas y paradigmas de desarrollo diferentes que permitan la gran pieza de creación colectiva para superar los modelos parcelados, anacrónicos, con creatividad, conocimiento, innovación, descubrimiento y esencialmente con la pasión y la fuerza generativa que logra redimir y recomponer los causes de una sociedad fragmentada, al estimular procesos inéditos de innovación que permiten liberar las fuerzas creadoras y abrir oportunidades para una mejor comunicación que facilite el libre disfrute de considerarse humanos con todas sus cualidades, al posibilitar las dinámicas que sensibilizan la gestión de los cambios profundos, en los contenidos mismos de la vida social, al contribuir a las grandes transformaciones que tenemos que plantearnos en nuestro país, donde se hace necesario la construcción de un nuevo pensamientos, en el que se debe saber qué se debe cambiar y qué conservar.
                              

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