Caracas, Ene. AVN.- Una nueva ciudad está naciendo entre el límite del Distrito Capital y el estado Vargas, un conjunto de terrazas que alberga edificios, instalaciones educativas, recreativas, de salud y espacios socioproductivos, en los cuales 100.000 venezolanos verán crecer a sus hijos.
En 2007 se inició la construcción de este urbanismo que contempla el aprovechamiento de 1.200 hectáreas para construir 20 mil apartamentos de 63 metros cuadrados distribuidos en 3 habitaciones, 2 baños, cocina, sala-comedor y lavandero.
Durante 2011 se asignaron 806 apartamentos a aquellos venezolanos refugiados de los sectores Blandín y Federico Quiroz, de la carretera vieja de la Guaira, y de Nueva Tacagua (municipio Libertador) que durante décadas habitaron ranchos en terrenos inestables, que cedieron ante las fuertes precipitaciones que se generaron en el país a finales de 2010.
Éste es el caso de 204 familias que desde tempranas horas de este viernes 30 de diciembre se trasladaron hacia Ciudad Caribia a recibir la llave de una vivienda digna, en un acto encabezado por el presidente de la República, Hugo Chávez.
Una de estas venezolanas beneficiadas es Graciela Maita, quien durante 22 años habitó en el sector Federico Quiroz de la parroquia Catia, y que el 7 de diciembre de 2010 tuvo que desalojar su casa, ya que había sufrido graves daños ocasionado por las precipitaciones.
"Lo perdí todo y tuve que salir a la carrera, pero mi mayor preocupación era poder ofrecerle un futuro mis hijos", señaló.
Esta madre de 3 hijos fue trasladada con su familia al refugio ubicado en La Rinconada y permaneció allí durante un año y quince días, hasta que recibió la noticia de que a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela le había sido asignado un apartamento en el urbanismo.
"Yo nunca perdí la fe, ni dejé de creer en que iba a lograr tener un techo para mi familia, no esperaba que iba a ser un apartamento tan bello, tan espacioso y con todos los servicios".
La asignación de esta vivienda, dijo, no sólo lo cambiará su vida, sino también la de sus seres queridos "porque ahora podremos estar en un ambiente bueno, lejos del peligro de derrumbes e inundaciones y con comodidades que antes no tenías. Hasta un Simoncito hay para que estudien los niños ", agregó emocionada al imaginar cómo sus hijos podrán prepararse académicamente.
Caso similar es el de Edgar Marcano quien también perdió su casa ubicada en Federico Quiroz y permaneció en el refugio de La Rinconada por más de 12 meses, en compañía de su esposa y sus dos hijos de 3 y 7 años.
"A pesar de todo lo que pasamos, de dejar atrás nuestra casa, nuestros vecinos y nuestras cosas, permanecimos unidos y teníamos la esperanza de que todo mejoraría; pero nunca soñé con tener una vivienda así, en la que cada uno de mis hijos va a tener su propia habitación", expresó.
Para su sorpresa recibiría el apartamento con cocina, nevera, camas y artículos del programa Mi Casa Bien Equipada. "Yo no me lo esperaba, hoy nuestra felicidad es aún mayor", subrayó.
Para Marcano Ciudad Caribia representa la esperanza de una nueva vida, más justa y digna.
"Esto no es sólo un grupo de edificios, aquí todos vamos a vivir como una familia, la mayor parte de los que estamos acá fuimos damnificados y sabemos lo que es pasar trabajo, por eso tenemos que apoyarnos para construir un mejor futuro", destacó.
Este hombre de trabajo, con conocimientos de carpintería y electricidad, planea sumarse a los proyectos que la comunidad organizada ha propuesto para generar fuentes de empleo para los habitantes del urbanismo.
"He conversado con varios de los vecinos y me han comentado que aquí se va a construir una embotelladora de agua, una herrería, acería, una bloquera y otros proyectos, y desde ya les dije que aquí estoy para apoyarlos con todo eso", explicó.
Violeta Vielma este viernes no sólo celebra que ya cuenta con la llave de su apartamento, sino que también pudo reencontrarse con muchos de sus amigos y vecinos del sector Blandín, que también fueron beneficiados con una vivienda en Ciudad Caribia.
"El recibimiento del año nuevo va a ser especial, hay mucha gente del refugio en que estaba (en Parque Central), y otros que tenía un año sin ver", comentó.
Para esta mujer, madre de tres hijos, de no ser por la voluntad del presidente Chávez y del esfuerzo de los distintos entes del Estado, aún estaría en un refugio o sin un lugar digno en donde vivir.
"Hace 15 años me hubiera tocado volver a Blandín y construir un rancho, para vivir con el temor de que cada vez que lloviera se podría caer, todos tenemos que tener paciencia, porque la Misión Vivienda Venezuela es una realidad y todos los que están necesitados de una casa, poco a poco van a ser llamados y beneficiados como yo", señaló.
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