La actividad de varias organizaciones demuestra que la reconciliación entre ambos pueblos es posible
Publicado: 21 may 2012 |
AFP / Abbas Momani
Los familiares de las víctimas del conflicto palestino-israelí comparten el dolor por la pérdida de sus seres queridos, a pesar de que se encuentren en lados opuestos de las barricadas.
Enemigos desde siempre. Muchos palestinos e israelíes crecen en un ambiente de tensión constante que no cesa desde hace años. Las décadas de enfrentamiento se cobraron miles de vidas.
“Desde mi nacimiento he sido parte de este conflicto. Para mí un israelí es un soldado, un colono o un agente de los servicios secretos”, confiesa Ahmed el Jafari, un palestino que perdió dos tíos que murieron a manos de los israelíes: uno, cuando intentaba llegar a Israel; el otro falleció tras ser forzado a ingerir comida durante una huelga de hambre en una prisión.
A Ahmed le costó mucho entender que no todos los israelíes son hostiles. Le ayudó una organización llamada ‘Parents Circle’ o ‘Círculo de Padres’, que fue creada precisamente para hacer comprender tanto a los palestinos como a los israelíes que la muerte de un familiar se percibe igual y no depende de qué lado de la frontera estén.
Para esta gente fue difícil ver la muerte, pero mucho más difícil fue abrazar después a sus supuestos enemigos. El ‘Círculo de Padres’ desde hace más de 15 años reúne a unas 600 familias de Israel y de la Autonomía Palestina que perdieron a sus parientes en el prolongado conflicto. Estas se encuentran, conversan y demuestran que la reconciliación entre las dos naciones es posible.
Durante sus reuniones todas estas personas tratan de encontrar respuestas a las preguntas que más les inquietan.
El pueblo no quiere guerraSin embargo, son solo unas gotas de agua en el mar de la desesperación en la que están sumidos palestinos e israelíes. La mayoría de ellos no ve ningún punto de acercamiento para la reconciliación mientras el proceso oficial para alcanzar la paz esté en punto muerto.
“Si los gobiernos están listos a pagar el precio, encontrarán mucho apoyo en sus pueblos. Entonces no es una cuestión de respaldo, sino de desconfianza de que algo así pueda suceder”, sostiene el arquitecto israelí, Yossi Beilin.
No obstante, con el ejemplo personal, su propia fe y esperanza, estas personas dan testimonio de que pese a nacer como enemigos, es posible vivir en paz y buena vecindad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario