En el IVIC se desarrolla un estudio sobre la ecología de poblaciones de este crustáceo
Altos de Pipe, 31 de agost 2010 La Voz De San Joaquin
Fuente: Prensa IVIC(María Teresa Curcio).
A partir del 1 septiembre se inicia el periodo anual de veda o prohibición de captura de las hembras, ovadas o no, del cangrejo de tierra azul (cuyo nombre científico es Cardisoma guanhumi) y que abunda en las costas venezolanas, desde el Delta del Orinoco hasta el estado Zulia.
Aunque la medida culmina el 30 de noviembre, está prohibida durante todo el año la captura de los ejemplares con menos de seis centímetros de ancho en el caparazón, así como el uso de métodos o artes de captura que impidan o alteren la migración hacia o desde el mar de este crustáceo.
Si bien la resolución es de vieja data -se publicó en la Gaceta Oficial N° 306.415 del año 1998- varias comunidades pesqueras no la respetan, según advierte el Dr. Carlos Carmona, investigador del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
“Uno no puede ser extremista y considerar que no se pueden tocar las especies, ya que son un recurso alimenticio, pero debe ser de manera racional cuidando de no capturar las hembras, ya sean ovadas o no y tomando los ejemplares de un tamaño indicado” dijo el científico.
Carmona inició un estudio sobre la ecología de poblaciones de este cangrejo para lo cual ha hecho exploraciones en los estados Aragua, Falcón, Delta Amacuro, Miranda, Sucre y Zulia, con el objeto de actualizar datos sobre su densidad poblacional, tallas y su estado de conservación en el ámbito nacional. Sin embargo, el científico también se ha encontrado con otras situaciones: desde el punto de vista comercial la exportación del cangrejo de tierra azul capturado en las zonas del eje Boca de Aroa – Tucacas y Barlovento ha decaído, pero en sitios como en el Delta del Orinoco se ha incursionado en irregularidades en cuanto a su captura y posterior venta a países cercanos.
Esta última zona del país ha sido descrita como una amplia extensión de bosques, básicamente de manglar, entrecruzada por cauces de agua dulce y salobre llamados caños, que se extienden en un área de 40.200 km2 . “Se considera el bajo delta como un gran vivero natural o área de reproducción, alimentación y crecimiento de muchas especies dulceacuícolas, marinas y estuarinas, gran parte de ellas de interés comercial” según se publicó en el informe 37 “Evaluación Rápida de la biodiversidad y aspectos sociales de los ecosistemas acuáticos del delta del río Orinoco y Golfo de Paria” del organismo Conservación International, con la coedición de varios organismos nacionales vinculados con la materia.
Precisamente, el bajo delta es una de las zonas de interés de Carmona. “La preocupación que tiene todo ecólogo o toda persona consciente de la conservación de las especies es que exista una sobreexplotación, que las poblaciones decaigan. Yo estimo que eso no está pasando en las áreas en donde he muestreado, pero no puedo incluir zonas del bajo delta porque es un cangrejo muy cotizado por los trinitarios. Es indispensable mejorar el control” acotó.
El cangrejo de tierra azul es un crustáceo decápodo, así como las langostas y camarones. A diferencia de estos, en nuestro país el Cardisoma guanhumi se consume poco y podría ser mejor explotado. “La carne de cangrejo es muy nutritiva, baja en grasas y en carbohidratos, sin embargo en Venezuela no existe la cultura de comer cangrejo, pero hay zonas en que otras especies se explotan, se procesa su carne y se exporta” señaló.
“Hay que formar conciencia en los pescadores y en los que capturan este especie para que exista una captura racional por temporada. Es necesario crear una cultura de consumo consciente del cangrejo, para que en vez de que ese producto sea exportado, sea consumido acá en Venezuela. Yo creo que ese sería el mejor aporte” indicó Carmona.
prensa@ivic.gob.ve
A partir del 1 septiembre se inicia el periodo anual de veda o prohibición de captura de las hembras, ovadas o no, del cangrejo de tierra azul (cuyo nombre científico es Cardisoma guanhumi) y que abunda en las costas venezolanas, desde el Delta del Orinoco hasta el estado Zulia.
Aunque la medida culmina el 30 de noviembre, está prohibida durante todo el año la captura de los ejemplares con menos de seis centímetros de ancho en el caparazón, así como el uso de métodos o artes de captura que impidan o alteren la migración hacia o desde el mar de este crustáceo.
Si bien la resolución es de vieja data -se publicó en la Gaceta Oficial N° 306.415 del año 1998- varias comunidades pesqueras no la respetan, según advierte el Dr. Carlos Carmona, investigador del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
“Uno no puede ser extremista y considerar que no se pueden tocar las especies, ya que son un recurso alimenticio, pero debe ser de manera racional cuidando de no capturar las hembras, ya sean ovadas o no y tomando los ejemplares de un tamaño indicado” dijo el científico.
Carmona inició un estudio sobre la ecología de poblaciones de este cangrejo para lo cual ha hecho exploraciones en los estados Aragua, Falcón, Delta Amacuro, Miranda, Sucre y Zulia, con el objeto de actualizar datos sobre su densidad poblacional, tallas y su estado de conservación en el ámbito nacional. Sin embargo, el científico también se ha encontrado con otras situaciones: desde el punto de vista comercial la exportación del cangrejo de tierra azul capturado en las zonas del eje Boca de Aroa – Tucacas y Barlovento ha decaído, pero en sitios como en el Delta del Orinoco se ha incursionado en irregularidades en cuanto a su captura y posterior venta a países cercanos.
Esta última zona del país ha sido descrita como una amplia extensión de bosques, básicamente de manglar, entrecruzada por cauces de agua dulce y salobre llamados caños, que se extienden en un área de 40.200 km2 . “Se considera el bajo delta como un gran vivero natural o área de reproducción, alimentación y crecimiento de muchas especies dulceacuícolas, marinas y estuarinas, gran parte de ellas de interés comercial” según se publicó en el informe 37 “Evaluación Rápida de la biodiversidad y aspectos sociales de los ecosistemas acuáticos del delta del río Orinoco y Golfo de Paria” del organismo Conservación International, con la coedición de varios organismos nacionales vinculados con la materia.
Precisamente, el bajo delta es una de las zonas de interés de Carmona. “La preocupación que tiene todo ecólogo o toda persona consciente de la conservación de las especies es que exista una sobreexplotación, que las poblaciones decaigan. Yo estimo que eso no está pasando en las áreas en donde he muestreado, pero no puedo incluir zonas del bajo delta porque es un cangrejo muy cotizado por los trinitarios. Es indispensable mejorar el control” acotó.
El cangrejo de tierra azul es un crustáceo decápodo, así como las langostas y camarones. A diferencia de estos, en nuestro país el Cardisoma guanhumi se consume poco y podría ser mejor explotado. “La carne de cangrejo es muy nutritiva, baja en grasas y en carbohidratos, sin embargo en Venezuela no existe la cultura de comer cangrejo, pero hay zonas en que otras especies se explotan, se procesa su carne y se exporta” señaló.
“Hay que formar conciencia en los pescadores y en los que capturan este especie para que exista una captura racional por temporada. Es necesario crear una cultura de consumo consciente del cangrejo, para que en vez de que ese producto sea exportado, sea consumido acá en Venezuela. Yo creo que ese sería el mejor aporte” indicó Carmona.
prensa@ivic.gob.ve
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