Caracas, 21 Ene. AVN.- Alta inflación, poca productividad, descontento social. Ese era el escenario de Venezuela en las décadas de los 80 y 90, cuando ocurrieron episodios claves como el estallido social de El Caracazo, en febrero de 1989, y la rebelión militar del 4 de febrero de 1992.
En el terreno económico, la situación era difícil. En 1991, la demanda cayó 4,1%, según la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), mientras que la producción nacional disminuyó 6%, según reseñó el diario El Nuevo País, citado por Nellys Ramírez en su artículo ¿Cómo era Venezuela hace 20 años?, publicado en el portal web Aporrea.
El mismo trabajo refiere un estudio del Colegio de Economistas del Distrito Federal, de 1993, que arroja la desaparición de 39.339 empresas ese año y que seis de cada diez industriales no pudieron realizar nuevas inversiones, debido al "costo financiero, la caída de la demanda y la aún no superada incertidumbre política". Así lo reseñó el diario El Globo, el 21 de abril de 1994.
Expertos coincidían en la semiparalización del parque industrial venezolano ("la industria trabaja a menos de 60% de su capacidad instalada", dijo el profesor universitario Francisco Liendo al diario Economía Hoy), así como en un descenso importante en la contribución del sector industrial al producto interno bruto (escrito por Héctor Valecillos, en El Globo, octubre de 1994).
En 2011, a 13 años del inicio del gobierno de Hugo Chávez, hallan a Venezuela con un crecimiento de 4% del PIB estimado por el Banco Central, el doble de lo previsto inicialmente, y en medio de una crisis económica internacional. Dentro de ese ascenso, el PIB de la manufactura creció 3,5% (según valores preliminares), tal como refleja el mensaje anual del presidente del instituto emisor, Nelson Merentes.
"Lo más importante que tenemos hoy es una recomposición del aparato industrial del país. Vimos en la década del 90 una profunda desinversión del sector privado, abandono de empresas, daño impresionante en sector textil, por ejemplo. ¿Cuántas empresas quebraron en Aragua en la década neoliberal? Buena parte de ellas está siendo financiada por el Fondo Bicentenario", dijo el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Ese Fondo Bicentenario Socialista es un mecanismo nacido en enero de 2010, con el objetivo de impulsar la producción nacional, promover las exportaciones y sustituir la importación de rubros estratégicos, así como incrementar el empleo productivo.
Cerca de 400 empresas, incluyendo 355 privadas, han recibido créditos preferenciales por esta vía, de acuerdo a los datos ofrecidos por Menéndez. En total, la inversión asciende a 5.000 millones de bolívares desde su creación. Ha generado 20.000 empleos directos.
"Son empresas rebotadas del sistema bancario tradicional. El Gobierno apuesta por la convicción de un pueblo y una forma de organización productiva alternativa, y allí están las empresas produciendo, demandando incluso la posibilidad de redes de distribución distintas a las tradicionales", añadió el Ministro.
Este aspecto es sólo uno dentro de una nueva visión productiva. "Hay un cambio de lógica (...) Tenemos que ir acentuando poco a poco la sustitución de importaciones, el desarrollo aguas abajo de las industrias básicas, para que llegue a conexiones con las industrias intermedias y ligeras", apuntó.
Esto se contrapone con la concepción que siempre privó en Venezuela. "Era la visión de las trasnacionales: repartir el mercado, decidían qué se hacía en cada parte del mundo. De aquí salía el hierro, regresaba como carrocería y aquí se ensamblaba. La visión del Presidente es el desarrollo de la cadena de valor en lo interno del país. Es una visión atada a independencia y soberanía".
Crecimiento sostenido
Menéndez, quien es también vicepresidente para el Área Económico-Productiva, resaltó el buen desempeño de la economía venezolana en 2011, en medio de una crisis capitalista en el mundo.
Todos los sectores de la economía han crecido. De hecho, las cifras del tercer trimestre (las últimas disponibles) dan cuenta de un ascenso de 7,9% en telecomunicaciones, 2,1% en manufactura y 10% en construcción, por mencionar algunos.
Este panorama permitió al ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, vaticinar en noviembre que ese impulso "va a continuar en el cuarto trimestre y a lo largo de todo el año 2012. Entramos en una nueva racha de crecimiento de nuestra economía", expresó.
Menéndez explica que, por ejemplo, el incremento de la construcción conlleva una serie de elementos. Ya se ha señalado que la Gran Misión Vivienda Venezuela, destinada a dotar de techos dignos a las familias, ha motorizado este sector.
"La producción de cemento pasó de 7,1 millones de toneladas a 7,7 millones, un crecimiento de casi 9,1%. Aspectos positivos también se plantearon en sectores mucho más golpeados por la crisis energética, como el hierro, el aluminio, el acero; componentes que ya empiezan a tener valores positivos", apuntó Menéndez.
Comentó que la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) alcanzó cerca de 66% de su capacidad instalada en 2011.
Empresas del Estado productivas
Lejos de la ineficiencia que la derecha ha querido endilgarle a las compañías del Estado, estas empresas exhiben números positivos.
Menéndez comentó que los celulares Orinoquia, fábrica inaugurada en 2010, alcanzó en su primer año 150.000 celulares. 2011 cerró con 796.896 unidades, casi cuatro veces la producción inicial.
Vtelca, otra empresa de equipos telefónicos, fabricó 147.000 celulares en 2009, 621.000 en 2010 y el año pasado facturó un millón 232.000 celulares.
"Solamente en las fábricas del Estado alcanzamos cerca de los dos millones de celulares de producción nacional. Eso es un valor impensable en cualquier momento de nuestro país", dijo el Ministro.
Venezolana de Industrias Tecnológicas (VIT), empresa fundada en 2005 con apoyo chino, comenzó con una media de producción de 27.000 computadoras anuales.
En 2010 saltó a 55.688, y en 2011 triplicó esa cifra para alcanzar 174.355 computadoras. Esto sucedió pese a que la capacidad instalada de la fábrica es para producir 150.000 máquinas anuales.
Este ascenso fue posible, explicó el Ministro, al incorporar un turno adicional en la noche. "Eso es una línea de trabajo que vamos a tener en desarrollo durante todo 2012. La idea es optimizar al máximo cada factor de producción. No debe haber capacidad ociosa en ningún componente productivo del país", apuntó.
La meta: Nuevo aparato productivo
Para Menéndez, la meta de construir un nuevo aparato productivo lleva su tiempo, "sobre todo en una revolución pacífica, como la venezolana". Por lo pronto, el Estado se apresta a abrir 41 industrias este año.
"Hemos despegado en el área social, la educación, la salud, derechos políticos. El irrumpir de un nuevo aparato económico-productivo va a tener una importante expresión en sustitución de importaciones y en el desarrollo de la cadena de valor precisamente con lo que hemos construido, con las fábricas que estamos inaugurando, con las que estamos rescatando, pero con un importante desarrollo en el próximo período presidencial".
¿Se siente satisfecho Ricardo Menéndez con lo logrado hasta ahora? "Estamos en una dinámica continua de trabajo. Sabemos que cada día que termine hace falta hacer 500 veces más que el día anterior", respondió.
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