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sábado, marzo 22, 2014

MAS DEL 80 % DE LOS ESTUDIANTES ESTA EN CLASES



Caracas, 20 Mar. AVN.- Más de 80% de los estudiantes universitarios del sistema público está en clases, destacó el ministro para la Educación Universitaria, Ricardo Menéndez, quien invitó a las casas de estudios superiores a garantizar la reconfiguración del cronograma académico con la participación activa de los estudiantes.

En entrevista concedida al programa Toda Venezuela, transmitida por Venezolana de Televisión, el ministro explicó que en el país, el sistema universitario público comprende el 80% y el privado el 20%.

En ese sentido, lamentó que las autoridades de las casas de estudios tradicionales, como la Universidad Central de Venezuela (UCV), se presten a las ambiciones de la ultraderecha venezolana de suspender en alguna ocasiones las actividades académicas y poner en práctica métodos de flexibilización, lo que ha perjudicado a los estudiantes.

Ante este escenario, pidió a los integrantes de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu) a sumarse a la Conferencia Nacional por la Paz, integrada hasta ahora por la Asociación de Rectores Bolivarianos (Arbol), que agrupa 30 de la 41 universidades públicas del país.

"El llamado firme a los estudiantes universitarios, no pueden perder los períodos académicos. Debe haber una reprogramación de las actividades académicas en conjunto con los estudiantes universitarios, no con la élite", dijo, al tiempo que señaló para tales fines se hará el exhorto a través del Consejo Nacional de Universidades.

"La posición del Estado es garantizar el derecho a la educación, de nuestro pueblo", agregó el ministro.

Por otro lado, Menéndez expresó que no hay vinculación de los estudiantes con los destrozos causados a las casas de estudios en los recientes hechos de violencia producidos en el país, especialmente en contra de los beneficios que son resultados de las luchas estudiantiles, de los años 80 y 90 del siglo pasado.

Recordó que el esquema de la derecha, cuyo objetivo es dar al traste con la voluntad del pueblo, inicio con violencia de calle, "que buscó lavarse adjudicándolo a los universitarios". La segunda fase comprendió las denuncias de presunta violación de derechos humanos y la campaña mediática nacional e internacional.

Debido al rechazo que generó en la población -señaló- hoy intentan atizar nuevamente la violencia con la presunta vinculación de los universitarios. Ante esa situación llamo al pueblo, en especial a los estudiantes, a manifestar su repudio frente a estas pretensiones.

"Censurar la violencia es el camino para el encuentro", manifestó.

Desde que comenzó la ola de violencia promovida por la derecha han sido muchas las sedes universitarias asediadas, entre ellas los núcleos de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas en Valencia, Trujillo y Táchira; en la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, en Falcón; en la Universidad Experimental del Sur del Lago, estado Zulia; en el Instituto Universitario Tecnológico de Maracaibo; Universidad de Los Andes, sede Táchira.

También el vandalismo se ha extendido hacia las sedes de la Universidad Bolivariana de Venezuela; a las instalaciones de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología de Carabobo y de Táchira; a la Universidad Simón Bolívar de Camury Grande, estado Vargas; a la Universidad Latinoamericana del Caribe; a la Universidad Experimental de Yaracuy; a la Universidad Experimental Rómulo Gallegos; a la Universidad de Los Llanos Ezequiel Zamora, y a la Universidad Marítima del Caribe, entre otras.

"Lo que planteamos es diferenciar las posiciones y eliminar los dobles discursos. Nadie que se diga universitario puede promover esos hechos violentos, muchos menos dentro de los recintos universitarios", enfatizó Menéndez.

Rusia-China y la necesidad de engendrar una “OTAN” paralela.


Níkolas Stolpkin
¿Hasta qué punto el bloque Oriental deberá aceptar los avances político-militares del bloque Occidental inmiscuyéndose en su propia órbita? ¿Cuál sería la reacción natural de EEUU si el bloque Oriental el día de mañana instalara bases de “defensa” en territorio latinoamericano cercanos a la frontera con EEUU? ¿Sería lógico que China y Rusia sigan aceptando la injerencia del bloque Occidental dentro de su propio terreno de juego en el tablero? ¿A las amenazas hay que responder con “retirada”?


Conforme el bloque Occidental retrocede económicamente frente al avance Oriental, el bloque Occidental no ha tenido más opción que ver aumentada su influencia político-militar en los alrededores de grandes potencias como Rusia y China para, de algún modo, frenar el avance del bloque Oriental. De esta manera, como si se tratara de un tablero de ajedrez, el bloque Occidental ha tomado progresivamente el control del centro del tablero para que sus contrincantes tengan menos posibilidades de maniobra.

La denominada “Primavera Árabe”, instrumento de ingeniería geopolítica llevado a cabo en Oriente Medio y el Magreb, puede ser la manifestación o respuesta más representativa y significativa del declive económico occidental, después de las invasiones militares a Afganistán e Irak, para buscar hacer frente a la creciente influencia oriental que ésta estaba desarrollando en áreas de disminuida influencia occidental; quedando al margen, curiosamente, aquellas áreas que comparten fuertes intereses con el bloque Occidental, relacionado con las fuentes de energía o, bien, llámese ExxonMobil o grandes compañías occidentales que han tenido una significativa presencia económica.

El objetivo principal para Occidente, queramos o no, es frenar el avance de China y para ello Occidente tendrá que debilitar a su principal aliado: Rusia (el asunto Siria y Ucrania han apuntado claramente en esa dirección). No es ninguna casualidad que la zona de influencia de la OTAN en los últimos años (finales del siglo XX e inicios del siglo XXI) se haya extendido progresivamente a zonas muy colindantes a Rusia, saliendo de su cauce original para la cual fue creada (1949).

China y Rusia, por tanto, están en la obligación de hacer frente a toda esta ingeniería geopolítica que las fuerzas de Occidente están llevando a cabo, liderados por EEUU en conjunto con la obediente UE para hacerse del control absoluto del principal alimento de toda gran potencia: las fuentes de Energía. De no hacer frente ya, sus correspondientes proyecciones económicas a futuro se podrían ver muy perjudicadas. Es cosa de ver algunos ejemplos como el retroceso en el cual han dejado caer a Irak o Libia; y el freno económico desplegado sobre Siria o el intento sobre Irán.

La razón por la cual no retroceden o frenan directamente a China o Rusia no es más que por los fuertes intereses económicos existentes entre Rusia y Europa en cuanto a la energía; y el fuerte intercambio comercial existente entre China y EEUU-UE.

Una señal contundente y lógica para buscar hacer frente a toda esa ingeniería geopolítica occidental sería la creación de un órgano o estructura de características similares a la OTAN para resguardar los intereses del bloque Oriental y frenar, al mismo tiempo, los avances político-militar que está teniendo hoy EEUU y la UE sobre sus áreas de competencia.

China y Rusia están llamadas a proceder en dicha senda si lo que desean es ampliarse económicamente o seguir satisfaciendo su creciente apetito por la energía. Lo mismo para el caso con los países con gran movilidad económica (“emergentes”) que se puedan ver frenados u obstaculizados por el bloque Occidental (ya sea agresiones militares o bloqueos económicos).

La actuación en bloque podría tener un mayor impacto a lo que podría ser la actuación aislada de una sola potencia. China y Rusia necesitan dar más seguridad a sus proyecciones y para eso deberán golpear la mesa con más ímpetu en conjunto con sus aliados. Estamos hablando de bloques capitalistas que por su naturaleza ambicionan posiciones de privilegio dentro del escenario económico. Por tanto, no estaría muy lejos de la realidad tener respuestas en bloque a todo lo que afecte a sus intereses como bloque.

La aparición de la “primavera árabe” en el Oriente Medio y el Magreb, no es por otra cosa que por estar debilitadas sus propias estructuras regionales y sus niveles de integración. La Liga Árabe, por ejemplo, hoy se ha transformado es una marioneta al servicio de los intereses de los EEUU y la UE, muy lejos de lo que antes representaba y para la cual fue creada. Por lo tanto, es más fácil intervenir para Occidente en áreas donde carecen de cohesión y de estructuras fuertes y con carácter.

El bloque Oriental debería actuar más en bloque de la misma forma que está acostumbrado su contraparte; debería, además, apropiarse indirectamente de los dos grandes caballos de batalla que tiene Occidente para legitimar su actuar: la utilización del concepto “comunidad internacional” (hoy EEUU y UE) y aumentar la penetración de medios de información Orientales en Occidente.

Oriente, frente a su propio ascenso aún en progreso, está en el deber de empujar a Occidente a aceptar su declive económico.

¿Hasta qué punto el bloque Oriental deberá aceptar los avances político-militares del bloque Occidental inmiscuyéndose en su propia órbita? ¿Cuál sería la reacción natural de EEUU si el bloque Oriental el día de mañana instalara bases de “defensa” en territorio latinoamericano cercanos a la frontera con EEUU? ¿Sería lógico que China y Rusia sigan aceptando la injerencia del bloque Occidental dentro de su propio terreno de juego en el tablero? ¿A las amenazas hay que responder con “retirada”? ¿Hasta cuándo habremos de ver a una Rusia muy diplomática y escuchar a una China un tanto muda? ¿Acaso Rusia y China no están conscientes del avance occidental en sus propias narices y el obstáculo que representa para sus propios intereses a largo plazo? stolpkin@gmail.com skype: Stolpkin http://twitter.com/nstolpkin http://www.delicious.com/stolpkin

http://stolpkin.blogspot.com/ http://stolpkin.net/ Colaboración especial para LatinPress®. LPs.

LatinPress.
19. 22-28/3/2014. Venezuela.

Luís Britto García: La violencia en Venezuela.


Apoyándose en el estímulo a los intereses individuales y a métodos ilegales, orientados a socavar al Estado y las relaciones de solidaridad, los grupos narco-paramilitares han venido perfilando algo así como una política “social” mafiosa. Un aspecto es la política de “microcréditos”, que en su desenvolvimiento puede vincularse con el microtráfico de drogas, que llegado el caso puede suministrar fondos para cancelar los créditos recibidos. Es una múltiple subordinación.


La verdad sobre la inseguridad
La manifestación que intentó destruir el edificio de la Fiscalía el 12 de febrero con saldo de dos muertos, seis decenas de heridos y cinco vehículos incendiados decía protestar contra la inseguridad.

Las cifras sobre la inseguridad en Venezuela vienen de una Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana 2009, (Caracas, mayo 2010) realizada por el INE, que entre otras inconsistencias “percibió” que ese año 21.132 homicidios habrían causado sólo 19.113 víctimas, y nos asignó una exorbitante tasa de 75,08 homicidios por 100.000 habitantes.

Pero basándose en el conteo real y objetivo de cuerpos del delito, el ministro del Poder Popular para Interior y Justicia Rodríguez Torres declara el 28 de diciembre de 2013 que la tasa real de homicidios para ese año es de 39 por cada cien mil habitantes, casi la mitad de la “percibida” por encuestas (AFP).

La divulgación de estas cifras desmontaría por sí sola la campaña de pánico fraguada por medios de comunicación y ONGs, según las cuales la tasa de homicidios en nuestro país sería “más del doble de la de Colombia y más de cuatro veces la de Irak” (Crisis Group N°38, 17 de agosto 2011). Pero por una u otra razón los medios de servicio público no han divulgado la verdad con el énfasis suficiente.

Parece que nuestro país hubiera sido víctima durante un quinquenio de una operación de Guerra Psicológica para exacerbar el pánico y detonar violencias “contra la inseguridad” destinadas en realidad a derrocar por el terror al gobierno bolivariano democráticamente electo, que en las últimas elecciones obtuvo el 75% de las alcaldías, con una ventaja de diez puntos y medio del total de los votos sobre la oposición.

Terrorismo contra democracia

Todos los que han seguido las agresiones violentas en Venezuela habrán advertido las siguientes características:

-Se focalizan primero en 19, luego en 9 y finalmente en 6 y en 2 municipios de clase media o media alta, gobernados por alcaldes opositores, algunos en estados fronterizos.

-Los alcaldes opositores y sus policías municipales fomentan y protegen las violencias, al punto de que agentes de la Policía de Chacao asesinan a una agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia que detiene a uno de los violentos, y se hace necesario que el Tribunal Supremo de Justicia, respondiendo a demandas de sus vecinos, inste a las alcaldías a abrir las vías bloqueadas.

-Los participantes se presentan ante los medios como jóvenes estudiantes, pero luego son suplantados por adultos, encapuchados y marginales, al extremo de que de 1.529 detenidos en un mes de violencias, (la inmensa mayoría liberados a las pocas horas) sólo un tercio son estudiantes.

-En lugar de manifestar pacíficamente, los violentos cortan las vías en las alcaldías opositoras, impiden por la fuerza el paso a los vecinos y los secuestran en sus hogares, los asfixian quemando basura y destruyen árboles, señalizaciones, edificios públicos, instalaciones eléctricas y telefónicas, transportes colectivos y de alimentos.

-Los terroristas recurren a la amenaza, la agresión física y al asesinato con disparos en la cabeza y tiros por la espalda y trampas contra personas, para finalmente progresar hacia el saqueo y el cobro de peaje.

-Los terroristas utilizan armas de fuego con mirillas láser, son seguidos por “sombras” que recogen los casquillos para evitar la identificación de las armas, y esgrimen artefactos para destruir neumáticos, bombas de fragmentación y trampas contra personas.

-Se pertrechan regularmente de dinero, alimentos, ropas, capuchas, sustancias incendiarias y armas en centros de acopio cercanos a los disturbios, algunos de los cuales han sido allanados en jurisdicción de las alcaldías opositoras.

-Las arremetidas terroristas recurren durante cuatro semanas, período inusual para manifestaciones espontáneas, que por el contrario evidencia una coordinación, organización, entrenamiento y financiamiento de largo alcance.

-Las acciones terroristas no tienen una finalidad en sí mismas, sino la de simular para los medios un escenario de supuesta “guerra civil” en 6 y finalmente 2 de los 335 municipios de Venezuela.

Las mencionadas son prácticas, tácticas o logísticas que no presentan ni la más remota semejanza con las de un movimiento estudiantil o juvenil.

Mucho menos había contado ningún movimiento “juvenil” del mundo con el sospechoso y automático respaldo de la Sociedad Interamericana de Prensa, la cual dedica en todos sus diarios afiliados una página diaria a denigrar de Venezuela; ni de la inmensa mayoría de los medios privados, que exaltan los delitos de los opositores mientras ocultan las masivas y contundentes manifestaciones por la paz de las mayorías bolivarianas.

Y en ningún caso movimientos estudiantiles o juveniles aceptarían ni gozarían del apoyo del ex presidente colombiano Uribe, quien trata de recoger un millón de firmas contra nosotros; del presidente de la OEA, el cual intentó enviar una comisión investigadora al país, del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU quien pide a Venezuela que enjuicie a los responsables de ataques contra manifestantes antigubernamentales(http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politica/onu-pide-a-venezuela-enjuiciar-la-muerte-de-manife.aspx#ixzz2tX88l5ZO), del Secretario de Estado de estadounidense, y de la Cámara de Representantes de ese país, la cual deplora “la inexcusable violencia perpetrada contra líderes opositores y manifestantes en Venezuela".

Ni uno solo de tales organismos y políticos se han movilizado jamás a favor de jóvenes ni estudiantes: siempre lo han hecho a favor de intervenciones imperiales atroces contra gobiernos democráticos o nacionalistas.

Mediante la perpetración de actos violentos, terroristas encapuchados sólo intentan justificar un golpe de Estado, una intervención extranjera, o el establecimiento de un “territorio liberado” que legitime una secesión de los ricos estados fronterizos.

Terrorismo de alquiler

Hace una década alerto contra una infiltración paramilitar que suplanta al hampa criolla, domina comercio informal y contrabando de extracción, impone alcabalas, cobra vacunas, trafica personas y estupefacientes, legitima capitales, regenta bingos y casinos, compra empresas de transporte y de producción, asesina sindicalistas agrarios y urbanos, y que podría impedir la movilización popular (La paz con Colombia. Caracas, Ministerio de Comunicación e Información, 2008).

He reiterado la advertencia en libros como La cuestión colombo-venezolana, en colaboración con Iraida Vargas, Mario Sanoja, Eva Golinger, Miguel Ángel Pérez Pirela y Sergio Rodríguez, con prólogo de Piedad Córdoba, Caracas, Editorial Ipasme, 2012, y La invasión paramilitar. Operación Daktari, en colaboración con Miguel Ángel Pérez Pirela, Caracas, Correo del Orinoco, 2012.

Estamos ante la materialización de estas advertencias. Una red de agentes de perturbación focalizados en las principales alcaldías opositoras no podría sostenerse durante casi un mes sin apoyo de una compleja red terrorista. Lo advierte también en inteligente artículo Julio Escalona:

4) El capital financiero transnacional se ha ido asociando al narcotráfico, tráfico de armas, de personas, lavado de dinero, comercio de esclavos, etc. Es probable que en lo descrito se pueda estar dando un vínculo entre sectores financieros asociados a la oposición de extrema derecha, precisamente, con el crimen transnacional y los problemas de seguridad que azotan a la sociedad venezolana y a otras de nuestro continente latinocaribeño. Esa asociación es otra de las fortalezas de la derecha fascista que se mueve en Venezuela.

Por esas y otras vías el capital financiero se relaciona con la formación de grandes ejércitos privados y en general a la privatización de la guerra. Esos ejércitos privados han participado en las guerras de Irak, Afganistán, Libia, Siria, Colombia; en la desestabilización de gobiernos, invasiones, sicariato, atentados, sabotaje... Son ejércitos de mercenarios, que eufemísticamente son llamamos “contratistas civiles”.

El microtráfico de drogas es una variante del crimen transnacional, que como ya señalé se relaciona con la formación de pandillas, con los enfrentamientos entre ellas, la generalización de atracos, secuestros exprés, el sicariato y las más diversas formas de criminalidad. Esta es una de las raíces de los problemas de seguridad en Venezuela, México, Colombia, EEUU... Por supuesto, la seguridad tiene raíces internas (aun cuando hoy día es muy difícil definir la frontera entre lo “interno” y lo “externo”); pero las redes del crimen transnacional se van extendiendo por los intersticios de la sociedad venezolana.

No es una simple amenaza circunstancial. Tiene una tremenda significación estratégica como grave amenaza a la seguridad del Estado, a la estabilidad de las instituciones y para la paz y la vida cotidiana de nuestra sociedad, para la economía, para la salud, etc. Es un componente esencial de la estrategia de desestabilización permanente.

5) Han aprendido de la política “social” basada en la dádiva y el terror impulsada por Pablo Escobar y el “Chapo” Guzmán, inspirada en la más antigua tradición mafiosa.

Apoyándose en el estímulo a los intereses individuales y a métodos ilegales, orientados a socavar al Estado y las relaciones de solidaridad, los grupos narco-paramilitares han venido perfilando algo así como una política “social” mafiosa. Un aspecto es la política de “microcréditos”, que en su desenvolvimiento puede vincularse con el microtráfico de drogas, que llegado el caso puede suministrar fondos para cancelar los créditos recibidos. Es una múltiple subordinación.

Usando los fondos acumulados a través de acciones delictivas van distribuyendo “créditos” entre la población pobre con diversos fines (consumo, microempresas, pequeños negocios, problemas familiares...), pero con el claro propósito de construir redes de poder e ir suplantando al Estado venezolano. Con los microcréditos, combinados con la extorsión, el chantaje y el miedo, han ido echando las bases de una política “social” en correspondencia, como ya dije, con la más antigua tradición mafiosa (“La estrategia imperial de ingobernabilidad permanente contra el gobierno bolivariano”, 05-03-2014).

El fenómeno también ha llamado la atención de Raúl Zibechi, en su penetrante artículo “Derechas con look de izquierda”: En todo caso, las derechas han sido capaces de crear un dispositivo “popular”, como el que describe Rafael Poch, para desestabilizar gobiernos populares, dando la impresión de que estamos ante movilizaciones legítimas que terminan derribando gobiernos ilegítimos, aunque estos hayan sido elegidos y mantengan el apoyo de sectores importantes de la población. En este punto, la confusión es un arte tan decisivo, como el arte de la insurrección que otrora dominaron los revolucionarios (Alai-América Latina, 7-3-2014).

Debemos afrontarlo: así como las aspiraciones imperiales de dominar nuestra industria de los hidrocarburos y la presencia paramilitar son constantes con las que habrá que lidiar a largo plazo, también debemos prever una prolongada alianza entre ambos factores para desatar una escalada de violencia política, que se está sumando a la ya excesiva violencia del hampa común.

La aparición de esta nueva violencia terrorista de origen político y con conexiones internacionales obliga a considerar el problema de la seguridad a la vez desde el punto de vista geográfico, social, económico, político, estratégico, cultural e internacional, mediante la coordinación de todos los órganos de los poderes públicos y todas las fuerzas sociales para la adopción de medidas a la altura de la gravedad de la situación.

No termina de comprender la ultraderecha venezolana las dimensiones del monstruo que está animando para la persecución de sus intereses mezquinos. En la inauguración de la Conferencia Permanente por la Paz convocada por el presidente Maduro, alertó José Vicente Rangel contra la instauración en Venezuela de una “cultura de la muerte”. O la desactivamos, o nos desactiva a todos. Colaboración especial para LatinPress®. LPs.

LatinPress®13. 22-28/3/2014. Venezuela.