Chavez en la web

lunes, abril 02, 2012

Sociedades mediáticas

MARYCLEN STELLING | 

En el debate político electoral, los medios de comunicación social y las encuestas se han consolidado como importantes actores del juego político
Dinámica que ocurre en un contexto en el que parecen haber fallado las regulaciones de la coexistencia y emerge con ferocidad la fuerza bruta en conjunción con una escalada de la violencia mediática. 

 
En esta etapa de precampaña o campaña encubierta se ha exacerbado el poder de los medios de comunicación social en tanto capacidad simbólica de reducir total o parcialmente en usuarios y usuarias cualquier resistencia. El poder de la información, como hemos expresado en anteriores oportunidades, se expresa en la habilidad de introducir cambios, en la pretensión de influir en las conductas y de cambiar el rumbo de los acontecimientos. En resumen, es el poder hacer todas estas cosas con la información y que se ejerce sobre un agente con la anuencia de éste. 

Como afirma Pierre Bourdieu, los medios tienen el poder de construir la verdad e imponer una determinada visión del mundo. En el caso de Venezuela, ese poder se encuentra al servicio de una determinada fuerza política, ya sea que apoye al Gobierno o se le oponga. Así, en nuestro país transitan dos verdades mediáticas, paralelas y aparentemente irreconciliables. Verdades-realidades que se construyen en torno a una figura: Chávez, su proyecto socialista, su gestión de gobierno, últimamente su salud y el futuro del país. 

En consecuencia, conviven sin entrecruzarse dos sociedades mediáticas: una que promueve las libertades, la participación, el acceso y las oportunidades; otra que desconoce cualquier logro en ese sentido resaltando la pérdida de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y de la propia autonomía, en tanto derecho cultural. Una que defiende la gestión de Gobierno, otra que la ataca desde cualquier flanco: político, económico, salud, educación, seguridad, ambiental, etc.

La construcción de lo público ha sido capturada por los medios y las redes sociales, que inciden de manera importante en los modos de concebir y practicar la ciudadanía. Ello nos permite concluir que estas dos sociedades mediáticas han generado perversamente sus correspondientes ciudadanías mediáticas avasalladas y cohesionadas en torno al dominio mediático. Basta recordar el último dilema: agua buena o mala.

maryclens@yahoo.com

Deseos no empreñan

MARYCLEN STELLING | 
2012 Año electoral, en el que se confrontan dos verdades y dos proyectos de país en lo que parece ser, por los términos en que se plantea, la batalla final. Se dibujan en el panorama diferentes frentes de ofensiva, el mediático, el electoral y la confrontación de las ideas, el más importante y más relegado

La oposición encuentra el camino de la unidad y logra escoger su candidato unitario. Las fuerzas bolivarianas cierran filas en torno al presidente-candidato Chávez. La atención se distrae a la confrontación entre dos hombres en detrimento de la real discusión en términos de una intencionalmente confusa propuesta neoliberal versus un proyecto que se define como socialista. 

En tantos falsos escenarios de batalla, se funden y confunden la democracia mediática con la democracia espectáculo y la democracia de opinión. En el corto y mediano plazo los medios de comunicación social se han constituido prácticamente en el único espacio de debate del consenso político. El foro de discusión ha quedado relegado ante el uso abusivo de los sondeos de opinión, suerte de oráculos que predicen los resultados de la confrontación electoral.

Dado el convencimiento de que se avecina la batalla final, se impone un tono violento en la confrontación que linda entre la violencia simbólica y la física, impidiendo el reconocimiento del "otro" y la aceptación de visiones políticas diferentes, negando la diversidad de actores y la pluralidad que puede y debe existir en democracia. La apuesta es por la eliminación física, simbólica o político-electoral de ese "otro" diferente a mí.

Curiosamente, coexiste una suerte de deber ser que apuesta por el reencuentro, la conciliación y la tolerancia. ¿Es viable en el contexto actual la reconciliación, el perdón y la remisión de las ofensas? 

En los últimos años, el manejo de la diversidad ha estado signado por la intolerancia, suerte de odio que reivindica una superioridad cultural y política alternativa. La intolerancia comulga con verdades absolutas y va de la mano de la discriminación, el prejuicio y el estereotipo. La intolerancia representa el desprecio, la negación del diálogo, la libre expresión de los diversos puntos de vista y el conocimiento recíproco. La intolerancia valida prácticas políticas que procuran la eliminación o "purificación" del "otro" como única vía posible de "solucionar" las diferencias. 

La intolerancia representa el desprecio, la negación del diálogo, la libre expresión de los diversos puntos de vista...

maryclens@yahoo.com

La violencia como mensaje

GABRIELA DEL MAR RAMÍREZ |

El flagelo de la violencia, sin duda, es el tema central de la campaña política de oposición en el marco del proceso electoral del próximo 7 de octubre

El mensaje tiene como eje central la muerte, atribuyéndole permanentemente al Gobierno los sucesos que han enlutado al país. Con esta meridiana línea política, los acontecimientos letales, indiscutiblemente, son el insumo prioritario para alimentar el discurso proselitista de quienes enarbolan las banderas del "progreso". Esta campaña no ha estado exenta de rumores, y más recientemente ha sido aderezada con la creatividad ilustrada de caricaturistas al servicio de líneas editoriales que pretenden reinstalar el ánimo de zozobra y desasosiego que precedió al golpe de Estado en abril del año 2002.

Curiosamente, su prédica de un país pacífico "donde quepamos todos" difiere de manera disonante con sus prácticas y actuaciones. La violencia es un fenómeno alimentado por diversos factores, siendo el más peligroso de ellos su banalización. La cómoda frase del candidato cuando se refiere a la agresión sufrida por la periodista Llanfrancis Colina al sentenciar que "ahí no hubo ninguna agresión", me recuerda la máxima de Oscar Wilde que rezaba El deber es lo que esperamos que hagan los demás. Utilizar un discurso de permanente endilgamiento de la violencia a los otros y no condenar la que proviene de las propias filas, es un acto no sólo de una carencia absoluta de integridad política, sino que constituye una acción que se oculta tras las cortinas de una campaña electoral para fomentar la evasión de responsabilidades penales que conllevan hechos que han sido considerados de extrema gravedad por el legislador. 


La violencia en contra de la mujer ha cobrado en nuestro país numerosas vidas y preocupa que cierto liderazgo político se sirva de ella para drenar su violencia y frustración. Máxime cuando ese supuesto "liderazgo" se vende como de estreno.
El ejemplo nefasto para la juventud y la sociedad de ese bochornoso proceder debe ser señalado y repudiado por sus dirigentes, si es que éstos ofrecen genuinamente un país pacífico. 


El esfuerzo que ha hecho la sociedad en su conjunto al impulsar un sistema de protección a la mujer pudiera diluirse en manos de estos cómplices políticos que después de tantas vidas segadas aún no comprenden que el machismo también mata y que la violencia debe ser condenada en todas sus expresiones.

Defensora del Pueblo

Aguas de março

ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA |

La oposición se lanza en correrías cada vez más desmelenadas. Temo hacer mal en tomar el título de la que se ha considerado la mejor canción brasileña, Aguas de marzo, de Antônio Carlos Jobim, porque no tiene nada que ver con la asquerosidad de la que hablaré. Pero es que estas aguas no pasan de marzo (http://vimeo.com/6112209).


No soy psiquiatra, por lo cual me arriesgaré sólo al análisis lógico de disparate tan intenso. Los bombillos espías de Fidel; el polvillo, también cubano, que ponen en las captahuellas que te hace votar por Chávez sin darte cuenta. Esos laboratorios mediáticos ganan plata fácil.


Ahora la cogieron con el agua. Por supuesto que nadie se lo ha, bueno, tragado, pues no he visto pánico colectivo, suerte de hidrofobia, procesiones de flagelantes con rogativas desesperadas, ira multitudinaria con linchamientos y asaltos a edificios públicos, compra desesperada de agua embotellada importada, emigraciones histéricas y masivas a lugares de aguas presuntamente seguras, con congestión de carreteras, puertos, aeropuertos… Más bien, he visto chacota.


¿Entonces? ¿Será que nadie creyó la patraña? Así parece. ¿Les recomendaron racismo, violencia y ofensa a europeos y gordos? Así parece. ¿Será por eso que el candidato de oposición no levanta ni polvo? Así parece. ¿Será que la gente de oposición se cansó de esperar la tan anunciada catástrofe? Así parece. ¿Será que las recomendaciones de J. J. Rendón no siempre son tan eficientes como dicen? Así parece. ¿Será que se les pasó la mano? Así parece. ¿Será por eso que es concebible que algún think tank gringo esté considerando asesinar al candidato para crear un estado de conmoción? Así parece.


Ya una vez descarrilaron a Luis Alfaro, me refiero al Ucero, y a Irene Sáez. No los mataron. No hizo falta.
Paradójicamente, viven en muerte política. Después del 7 de octubre, el candidato estará en esa muerte, tal vez más cruel que la biológica. Como no he probado ninguna de las dos, no me pronuncio. Pero sí podrían pro-nunciarse algunos sicarios ¿colombianos?, ¿salvadoreños?, ¿venezolanos?, ¿del Mossad?


No parece, Capriles pertenece demasiado al cogollo social como para eso. Pero a los gringos no les importó matar a dos Kennedys, que eran del cogollo de allá, más cogollo que el de acá.

roberto@analitica.com

Bandera falsa

ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA |

En 1898 estalló el acorazado gringo Maine en el puerto de La Habana. Inmediatamente, Estados Unidos invadió a Cuba para salvarla de sí misma, como ha hecho con tantos pueblos. En 1964, dos destructores gringos fueron atacados en el Golfo de Tonkín, en Vietnam. Ello llevó a Estados Unidos a arreciar la guerra contra aquel país


Parecido sucedió con las Torres Gemelas, de Nueva York. Un ataque de lo más oportuno lleva a Estados Unidos a una guerra. Otros sucesos dan que pensar, como el ataque a El Álamo o a Pearl Harbor.


Es operación de bandera falsa cuando se atribuye un ataque, atentado, etc., a un enemigo, lo que sirve de excusa para un contraataque. Se llama así porque el verdadero ejecutor iza sin permiso una bandera ajena.


En Venezuela estamos saturados de hechos así, bombas en legaciones diplomáticas de Colombia y España en 2003, por ejemplo (http://j.mp/HnldMA). Luego se descubrió que la autoría no fue del gobierno bolivariano sino de la oposición.
O los asesinatos en puente Llaguno el 11 de abril de 2002, que sólo discutiré con quienes hayan visto el documental Puente Llaguno: claves de una masacre, de Ángel Palacios. Con quien no quiera verlo puedo hablar de pelota, de la moda de verano o de lo que desee, pero no de ese tema.
Otros ataques oportunos ocurrieron en los Metros de Madrid en 2004 y de Londres al año siguiente. Da que pensar.


Como la información opositora de que el agua de las pocetas de Maracay sale por los grifos de Caracas. Y Tania Díaz preguntaba cómo es que con tanta contaminación no hay epidemias de todo tipo. Pudiera darse esa putrefacción, digo, por los antecedentes de esa gente, es decir, un caso de profecía autocumplida, que organicen una descomposición deliberada para que se cumpla el anuncio. No sería la primera vez.


Hay un caso doloroso. El joven Libero Iaizzi, mánager del grupo musical Caramelos de Cianuro, fue secuestrado. Su familia pagó el rescate exigido y de todos modos lo mataron. Inmediatamente los medios golpistas (dieron un golpe en 2002) desataron una campaña escandalosa en que lo único que faltó fue que dijesen que Chávez participó en el crimen con sus propias manos. Pocos días después el padre de Libero recibió una llamada de cuatro policías de Miranda en que pedían un rescate de Bs 10.000 por el auto del joven asesinado, que supuestamente hallaron de modo fortuito. Preguntas: ¿Cómo supieron que el coche era de Libero? ¿Cómo conocían el teléfono del padre? Argumentaban que si la Fiscalía tomaba control del vehículo, éste quedaría retenido en el largo proceso judicial. Obviamente se proponían "encochinar" la investigación. ¿A quién conviene eso? A los secuestradores. Como decía José Ignacio: no sé si Lusinchi y Blanca Ibáñez están robando, pero su dispendioso nivel de vida causa mala impresión. No sé si este crimen fue consumado deliberadamente para perjudicar al Gobierno, pero esta conducta de una policía comandada por el candidato de oposición causa mala impresión. Muy mala.


El peor efecto es el fariseísmo, porque hay un gentío que arma la alharaca contra el Gobierno sin importarle un comino ni el muerto ni sus deudos. La corrupción no sólo es robar.

roberto@analitica.com

Justicia Social

LUISA ORTEGA DÍAZ
Durante 2011, el Ministerio Público se esforzó en consolidar, desde su ámbito de acción, el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia que consagra el Texto Constitucional, dando paso a una justicia social y de paz, donde las personas más desprotegidas han ganado espacio y garantía de igualdad de condiciones en la aplicación de los principios jurídicos
La gestión transformadora emprendida desde 2008, permitió orientar esta institución en el camino de hacer justicia y vencer la impunidad, lo que ha conllevado planes destinados a atacar el retardo procesal, tales como la creación de las salas de flagrancia, fiscalías de juicio, programas de descongestionamiento, sistema de guardias en comisarías y órganos policiales y la siembra nacional de las Fiscalías Municipales.


El Informe Anual 2011, presentado ante la Asamblea Nacional este 29 de marzo, da cuenta de los logros alcanzados por el Ministerio Público en aras de acercar más la justicia al pueblo, siempre atendiendo sus necesidades al abordar, por ejemplo, las denuncias relacionadas con las estafas inmobiliarias y de vehículos, reactivar las investigaciones sobre las violaciones graves a los derechos humanos ocurridas desde los años 60 hasta el 98 y, a su vez, emprender el Plan para la Prevención Social del Delito.


Aun cuando ingresaron 829.766 solicitudes de investigación en 2011, la acción eficaz y eficiente de los fiscales permitió que egresaran un millón dos mil 716 causas correspondientes a dicho período y años anteriores, de las cuales un millón nueve se relacionan con causas penales; un logro inédito para esta institución, cuya aspiración es a superar considerablemente dicha cifra este 2012.


Los resultados de 2011 son hechos tangibles que evidencian que se está trabajando en hacer efectiva la responsabilidad penal de las personas incursas en delitos, en crear nuevas estructuras organizativas para garantizar la efectividad de la acción penal, así como capacitar y fortalecer, desde el punto de vista académico, al personal de la institución, siempre teniendo como norte los valores de probidad, honestidad, imparcialidad, ética y responsabilidad en el ejercicio de nuestras atribuciones.


Este 2012 avanzamos rumbo a multiplicar los logros del Ministerio Público, respetando el debido proceso, otorgando preeminencia a los derechos humanos y enfatizando en la justicia social.

Fiscal General de la República