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martes, febrero 07, 2012

Cumbre de Cartagena: ¿el balón lo tiene Obama?

7 FEBRERO 2012 (Tomado del blog La pupila imsonme) - Cuba Debate

Barack Obama
Barack Obama
Ante los reclamos de América Latina y el Caribe, en abril de 2009 un Barack Obama recién llegado a la presidencia prometía en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago su disposición para llevar las relaciones con Cuba en una nueva dirección. En ese escenario, el inquilino de la Casa Blanca recibía entre sonrisas el ejemplar de Las venas abiertas de América Latina que le obsequiara el presidente venezolano Hugo Chávez y muchos se hacían expectativas con que realmente algo cambiara en la mirada de Estados Unidos hacia la región.
Tres años después, se acerca una nueva cumbre -esta vez en Cartagena de Indias, Colombia- y el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya es la huella más visible del precio que deben pagar quienes creyeron en la nueva dirección anunciada por Obama. Zelaya impulsó y logró la derogación de la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante una reunión de ese organismo efectuada en su país y desató en su contra la vieja maquinaria golpista que Estados Unidos utilizó durante más de un siglo en la región para defender sus intereses. El otro delito del presidente hondureño fue integrar a Honduras -una nación que funcionaba como una finca norteamericana en Centroamérica- en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), lidereada por Cuba y Venezuela, y a la que pertenecen además Bolivia, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Dominica, y Antigua y Barbuda.
En conmemoración de los veinte años de la rebelión que liderara Hugo Chávez en Venezuela contra el gobierno pronorteamericano de Carlos Andrés Pérez y en coincidencia con el 50 aniversario de la Segunda Declaración de La Habana se reunieron en Caracas este fin de semana los presidentes las naciones que integran el ALBA. Ante la nueva convocatoria a encontrarse con Obama los líderes del ALBA han acordado evaluar la posibilidad de ausentarse en pleno de Cartagena si Cuba no es invitada, para determinar lo cual realizarán en La Habana una reunión previa al foro de Colombia. “Desde ahora propongo que si Cuba no va, no es invitada a esa Cumbre de las Américas, ningún país del ALBA, por lo menos el ALBA (…) asista a dicha cumbre”, dijo el presidente de Ecuador, Rafael Correa y agregó “hay que insistir en el levantamiento al bloqueo criminal contra el pueblo cubano e insistir y rechazar esta prepotencia, esta soberbia de tratar de excluir a Cuba de los diferentes foros regionales”, por lo que en caso de de acudir a esa reunión “un tema central de la cumbre tiene que ser el levantamiento del bloqueo a Cuba”.
El reclamo ecuatoriano fue recibido con aplausos. “Yo estoy de acuerdo contigo, Rafael, si a Cuba no se la invita a la Cumbre de las América, y espero que esto no vaya a alterar las relaciones con el Gobierno de Colombia, no tiene nada que ver con Colombia, nosotros consideremos no asistir a esa cumbre” dijo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que sugirió “consultar al Gobierno de Colombia, que es el anfitrión a ver si tiene previsto invitar a Cuba, porque hasta ahora estamos hablando de un supuesto”. El líder boliviano Evo Morales ratificó: “Si Cuba va, vamos, si no va, no vamos”, al apuntar que tal vez esta sea la “última” cumbre de las Américas. El presidente cubano, Raúl Castro, en referencia al tema afirmó: “Nosotros jamás hemos reclamado que se tome una medida como esa, pero no por eso vamos a dejar de apoyar esta que consideramos muy justa. Quiero agradecerlo a todos”.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo desde Bogotá que “éste será un tema para discutir y acordar con los estados miembros de la OEA, pues no depende del país dicha invitación”, una afirmación que hace mirar hacia Washington, en contradicción con su afirmación de que “el balón lo tiene Cuba”, según ella, por no manifestar su interés en entrar al grupo de países observadores en la OEA, que son los invitados a la cumbre en Cartagena. Cuba -como los países del ALBA- no reconocen la OEA como un espacio de concertación, esa organización ha sido vista en América Latina como un instrumento de la dominación norteamericana, y si algún valor puede tener lo que ocurrirá el 3 de abril en Colombia es un diálogo en pie de igualdad entre Estados Unidos y Latinoamérica dirigido a cambiar la relación subordinante de EE.UU. con la región.
Es muy difícil que Obama, que es candidato a la reelección en este año 2012, y que necesariamente tendrá que pasar por Miami a congraciarse con la ultraderecha cubanoamericana -como ya hicieron los aspirantes republicanos- dé ahora una “nueva dirección” a las relaciones con Cuba si antes no lo hizo, mucho menos aceptará tenerla de igual a igual en una reunión. Que es en el Departamento de Estado en Washington donde se gestan las decisiones trascendentes sobre la OEA lo sabe hasta un niño pero es muy posible que la cumbre de Cartagena sea un parteaguas donde las promesas de Obama ya no funcionen. Más probable es que el balón del que habla la canciller Holguín termine en un autogol en la portería de Washington, demostrando la ineficacia de una vieja organización para operar en un continente que ya no es el que en 1962 vio expulsar a Cuba de la OEA sino el que alumbró en respuesta a esa acción imperial la Segunda Declaración de La Habana

UNA DECLARACIÓN Y UNA REBELIÓN, HITOS HISTÓRICOS ACAECIDOS UN 4F

Caracas, 03 Feb. AVN.- El 4 de febrero de 1962 y de 1992 fueron fechas testigos de dos acontecimientos que, aun cuando separados en el tiempo y el espacio, marcaron un hito en la historia de los pueblos oprimidos de América. Ese cuarto día del segundo mes del año, Fidel vislumbró en la II Declaración de La Habana el futuro libertario de nuestra región, y en Caracas, hace dos décadas, Chávez lideró un alzamiento militar para rescatar la dignidad de  Venezuela y el sueño integrador de Bolívar.
Y es que ambos siguieron la huella libertaria que Bolívar y Martí dejaron al protagonizar esos dos actos revolucionarios ejecutados por Fidel  en la patria del Apóstol  hará este sábado 50 años y por Chávez en la de Bolívar hará 20 ese mismo día. Fidel lo hizo para anunciar al mundo la inminente  rebelión de los pueblos oprimidos de la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña y Chávez para rescatar a Venezuela de la sanguinaria mano un vasallo del imperio.
Se trazaron la misión de rescatar los estandartes que esgrimieron El Libertador y el Apóstol, Chávez buscando poner fin a las masacres y entrega de su país a la voracidad del Imperio por una pseudo democracia de cuatro décadas.  Fidel se dispuso 3 años después de derrocar  la dictadura que EE UU le impuso a la isla, anunciando al mundo que los pueblos sojuzgados del continente habían dicho “basta” y se disponían a buscar su libertad definitiva.
Y es que en la tierra firme, los pueblos seguían bajo el dominio del Imperio que los sojuzgó y saqueó  tras la fallida libertad de España en complicidad con las oligarquías criollas y los caudillos militares que hicieron fracasar la primera independencia Latinoamericana y Caribeña. De allí que Fidel lanzó aquella Declaración  anunciando el inicio de una marcha libertaria de gigantes, y Chávez una rebelión en busca de la libertad en Venezuela.
Extrañas coincidencias presentan algunos episodios de las vidas de Fidel y Chávez, en algunos casos, similares a las del “hombre de las dificultades” como se llamó así mismo Bolívar. El Libertador hizo un juramento libertario en Monte Sacro; Chávez bajo el Samán de Güere; y Fidel prometió liberar a su patria del Imperio y sus secuaces ante sus compañeros de expedición poco antes de abordar el Granma rumbo a Cuba.  
Los tres líderes probaron el amargo sabor de la derrota en sus bautismos de fuego. El Libertador en su bautismo de fuego. El Libertador en 1812 en Puerto Cabello; Fidel en 1953 al asaltar el Cuartel Moncada y Chávez  en 1992 cuando intentó tomar Caracas. Pero, como expresó Bolívar, “Dios premia la Constancia con la Victoria”, y tanto él como Chávez y Fidel demostraron poseer ese don que los llevó finalmente por el camino del triunfo.
La gesta libertaria de Bolívar culminó en diciembre de 1824 con la victoria de Sucre en Ayacucho, tras más de una década de guerra; Fidel   entró victorioso a La Habana, en enero de 1959 luego de tres años de lucha armada, y Chávez, seis años después del 4-F cuando con el arma de los votos alcanzó en diciembre de 1998 un e inédito, aplastante y transparente triunfo electoral.
Pero esos dos eventos cumbres que fueron la II Declaración de La Habana y el alzamiento militar del 4-F, presentan también la extraña coincidencia de haber ocurrido el cuarto día del segundo mes del año. El primero evidencia la asombra capacidad profética de Fidel cuando, adelantándose al tiempo le arrancó el secreto que guardaba,  visualizando la rebelión triunfal  que habrían de protagonizar los  pueblos oprimidos contra el Imperio y sus lacayos.   
“Porque ahora –dijo prediciendo el futuro-, por los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras , por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o en el tráfico de las ciudades o en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de razones, con los puños calientes y deseos de morir por lo suyo
“Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron”. 
Fue un despertar violento que se extendió por varios puntos de la región, una sublevación de pueblos aplastada junto con sus líderes, soñadores de libertad asesinados por los verdugos del Imperio que no perdona rebeliones. Así debieron transcurrir treinta años, para que de nuevo se levantara y despertara un 4 de febrero de 1992, un nuevo sueño libertario, liderado en Venezuela por Chávez al frente de un grupo de honestos y valientes soldados.
Era la respuesta a la brutalidad de uno de los cabecillas de la pseudo democracia de la Cuarta República que tres años antes había desatado una nueva masacre, mucho más sangrienta que las de El Amparo, Cantaura y Yumare. Fue  conocida como El Caracazo, en la que perecieron más de mil personas ultimados por la policía y el ejército cuando protestaban contra el “paquetazo” neoliberal impuesto por el FMI y el Banco Mundial al régimen.
Aquel grito de esperanza callado momentáneamente al fracasar la rebelión del 4-F, no se apagó con  la derrota y  volvió a escucharse a seis años del histórico “Por Ahora” pronunciado por el Comandante. Fue  Mensaje de rebeldía indomable que le infundió   arrolladora fuerza al pueblo  para llevarlo al triunfo en los comicios del 8 de diciembre de 1998, punto de partida  de una revolución inédita y pacífica, cuyo eco habría de  extenderse  por toda la región.
Incendió con sus llamas libertarias a Brasil, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Paraguay, y Uruguay en el marco de un proceso histórico que, como  pronosticara Fidel en la II Declaración de La Habana, cambió el mapa político y social de esos pueblos  de la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña. Y prosiguió “marcha de gigantes” hasta alcanzar el sueño integrador de Bolívar, primero con el ALBA, luego con UNASUR hasta llegar a CELAC, su meta final. 
Ahora, que la región está unida definitivamente, haciendo realidad el ideal que hace dos siglos soñó El Libertador en Jamaica; que hace 50 años pronosticó Fidel en una Declaración y hace dos décadas impulsó Chávez con una rebelión, las 33 naciones que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños constituyen el mas poderoso bloque político, económico y social del planeta.
Emergen como tal  en un momento, en el que las viejas potencias coloniales europeas y el imperio yanqui sufren la más devastadora crisis económica, financiera, política, social y moral de su historia,  socavado el poder de la codicia, usura y avaricia que les llevó a desatar guerras de conquista contra los pueblos del Tercer mundo para sojuzgarlos y beneficiarse con el botín de su saqueo de siglos.
Sin embargo, aun que arrinconados y vencidos, aún desatan nuevas guerras de conquista pretendiendo revertir el curso inexorable de la historia, y a pesar de las  pírricas victorias alcanzadas en los últimos meses en su demencial afán por dominar de nuevo al mundo, no podrán hacerlo.  
“Porque esta gran Humanidad ha dicho: basta y ha echado andar. Y su marcha de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia…” Eso fue  lo que vislumbró Fidel con la II Declaración de La Habana.  Como lo hizo Chávez también un 4-F al rebelarse junto contra un tirano de la Cuarta República que entregó al pueblo a las transnacionales y entes financieros del Imperio  y  masacrar al pueblo que se alzó contra sus desmanes.  
Y al cumplirse medio siglo de la II Declaración de La Habana hecha por Fidel, y del intento libertario de Chávez, Cuba, Venezuela y el resto de los pueblos de América Latina y el Caribe, celebrarán jubilosos el histórico 4-F. Están dispuestos a no dejarse arrebatar, como ocurrió tras la muerte del Libertador, ese sueño hecho realidad con la Celac 200 años después de haberse gestado en una isla del Caribe, “El Mar de la Libertad.”

EL PAÍS SEGÚN CABRUJAS

Caracas,Feb. AVN.- Parte de la obra periodística de José Ignacio Cabrujas (1937-1995) ha sido recopilada en El país según Cabrujas(1992), columna que semanalmente dedicaba a registrar e interpretar con humor incisivo el proceso político venezolano. AVN rescata este texto sobre el 4-F para una mejor comprensión de lo que en esos días aciagos de principios de los 90 se discutía.

El país según Cabrujas
por José Ignacio Cabrujas

Habría sido una desconcertante novedad, señor Presidente, descubrirlo a usted asesinado, en la madrugada del 4 de febrero. Se lo dice un necesitado de fe. Ya era patética e incluso un tanto descolocada su figura, frente aquella pared de líneas blancas, revelándonos a los atónicos venezolanos de tan menguado momento, un agobiante bochorno ante lo sucedido y comentádonos, no tanto el golpe, para que usted vea lo que son las cosas, sino el trasnocho del presidente Bush o el bondadoso corazón de Salinas de Gortari. Menos que un hombre respondiendo a un peligro, explicándonos una encrucijada, lo percibí increíble, carreñamente avergonzado ante el qué dirán del mundo, oprimido por la sensación de ridículo internacional que en ese momento parecía cernirse sobre su imagen de gran demócrata latinoamericano. Pero la buena educación es libre y ante lo que usted sentía en la oficina del señor Cisneros, convertida en bunker por obra y gracia del albur, es mejor guardar silencio, no vaya uno a meterse en lo íntimo, que es peor que lo ajeno.
Poco pueblo hubo esa madrugada, señor Presidente, no me lo negará usted. Nada que ver con mi memoria de aquellos días durante la asonada de Castro León hace treinta y tantos años, cuando tanta gente fue a matarse a las puertas de Miraflores. Entonces, la democracia era una razón de vida y no este apoyo desganado, extraído con cuentagotas. Al borde de la indiferencia. Ciertamente, se movilizaron sus colegas de Colombia y México y eso los honra sólo en la medida del no faltaba más. Caminó el señor Bush del dormitorio al teléfono con prisa de sincero doliente. Hubo adhesiones de Felipe González en nombre del gobierno español y hasta una llamada del mismísimo Mitterrand sumamente meritoria si se toma en cuenta que en hora parecida, el presidente de Francia se negó a discar el teléfono para exprearle su solidaridad a Gorbachov cuando en Moscú se vivía el mismo trance. Lástima que por el contrario no se haya visto una pancarta venezolana ni una voz simple defendiendo el sistema y sus bondades. Luz afuera, y oscuridad en casa. ¿Sería la hora?
Al mediodía, convertidad la insurrección en tiroteos menores, decidió usted, en uso de sus atributos, suspender las garantías constitucionales, incluida aquella que se refiere a la libre expresión del pensamiento. Tal vez incurro aquí en la violación de ese decreto, minuciosamente defendido por el Ministro de Información con argumentos dignos de mejor causa, pero espero no ofenderlo si le digo que ahora no sé vivir sin poner en el papel lo que me cruza por la cabeza haya o no garantías. Para mí se trata de escribir lo que siento o decir moderaciones. Y no resisto la sensación de convertirme en trasto aun a riesgo de indignar a algunos.
Desde luego, señor Presidente, que un cuartelazo me parecerá siempre una mala noticia. No es lo que deseo para los míos. Nunca he creído demasiado en la “obediencia” de los militares ni en el celibato de los curas, para serle franco. Los órganos son para usarlos: el cerebro y el otro. Por el contrario, creo que este país ganaría mucho, si tenientes, capitanes y generales pudiesen expresar libremente sus convicciones y sus críticas, en lugar de murmurar pesadeses en los clubes de oficilaes. Demasiado dinero nos cuesta un coronel como para tener que oírlo bajito. Que “obediencia” sea en este caso un sinónimo de “disciplina”, es otra cosa. Allí no me meto, puesto que jamás he entendido la felicidad castrense. Pero verlos entrar a Miraflores a cañonazos o saber que dispararon a matar en La Casona, me parece una barbaridad injustificable sobre todo por lo que teníade previsible si da de creerlo uno al general Peñaloza o al otro que intervenía teléfonos desde la DIM, según es fama. Entiendo entonces que un golpe militar, en un país donde cien años de historia se arreglaron a cachuchazos, continúe siendo la peor de nuestras amenazas. Pero no la única, señor Presidente. Desde luego, no la única.
Golpistas ha habido aquí muchos a lo largo de estos treinta y cuatro años de gobiernos democráticos. Golpistas, sin ir más lejos, fue el señor Lusinchi cuando toleró y se hizo cómplice de un estado general de ilegalidad, expresado en robos al tesoro público y en abusos de todo orden. Quién sabe si en este caso la diferencia favorece al teniente coronel Chávez Frías, quien, por decir lo menos, tuvo la rudeza de asumir sus responsabilidades y decir yo fui. Golpistas son las ausencias de la Corte Suprema de Justicia, incapaz de sancionar ningún delito que vaya más allá de los veinte mil bolívares. Golpistas son los ricachones que expatriaron sus capitales convertidos en dólares, cuando vino la mala y el país era menos. Y pare usted de contar, porque es noticia diaria ante el venezolano más desprevenido, que la nación ha vivido desde el primer gobierno suyo hasta la madrugada de las tanquetas, miles de subversiones que constituyen un estado general de opinión, o lo que es peor, de resignada opinión, de idiota opinión. Fastídiele o no, Presidente, la verdad es que el orden legal en Venezuela es una farsa y que el horrible espectáculo que damos al mundo, aquel que debería avergorzarnos, más que las tribulaciones del señor Bush, o los desvelos de Gaviria, es la convicción plena, inconmovibles, de que en este país de jueces sobornados y escándalos  cotidianos, no se castiga al corrupto, ni a quien abusa del poder, ni a quien medra prevalido del poder. Las cárceles venezolanas están llenas de indigentes o de bolsas arrestados por la DEA. El resto es entelequia. Y quiero creer, en nombre del respeto humano, que usted lo sabe cuando menos tanto como yo o como Juan Liscano o como el doctor Uslar a quien por cierto un energúmeno que tenemos de diplomático en el Ecuador acaba de acusar de “camaleón” para vergüenza de los quiteños, ahora que andamos tan preocupados por la imagen.
Por eso, señor Presidente, sorprende que la primera reacción del Ministro de la Defensa y de los sempiternos capitostes de Acción Democrática, por no hablar de algunos animadores lisonjeros, sea esta insólita afirmación de que las raíces del golpe hay que encontrarlas en un clima de pesimismo instalado en el país, quién sabe si como cosa de magia, o de simple maldad de la gente, por quienes se niegan a formar parte de la coral: “Cantemos al futuro promisor”. Sería la prensa, o las declaraciones que se han hecho acerca de la incompetencia del Poder Judicial, o las denuncias de centenares de fraudes, o el desentimiento ante una política que ha acorralado en la casilla de la pobreza al ochenta por ciento de los venezolanos, quienes hemos propiciado esta asonada. La solución según el general Ochoa Antich, no es otra que un acto reflexivo capaz de poner coto a esa “campaña en contra de las diferentes autoridades del país”. Entiendo que es difícil discutir con el Ministro de la Defensa, por las limitaciones señaladas al principio de este artículo. Pero, ¿qué hay de la campaña que las distintas autoridades tienen en contra del país? ¿Qué hay de estos gloriosos exiliados en Miami? ¿Cómo y de qué manera podemos recordar ahora sus palabras, señor Presidente, en defensa de uno de los jefes de seguridad de Miraflores, cuando usted aseveró ante el país y sin que le quedara nada por dentro, que el señor García era icapaz de negociar una navajita? ¿No supimos cuarenta y ocho horas después de tan desafortunada declaración que se trataba nada menos que del presidente de la Margold, socio y curruña de la pintoresca Gardenia? ¿Cómo puede usted asegurar sin ofendernos el cerebro que durante su gobierno no ha habido casos de corrupción? ¿De dónde viene esa rayita, ese borrón y cuenta nueva? ¿O es que acaso el ex presidente Lusinchi, no es un caso de corrupción de su gobierno y del próximo gobierno, hasta que no sepamos a ciencia cierta cuál era su exacta responsabilidad en tanto bochorno?
Así, señor Presidente, no es fácil convocar al optimismo. Créame, con toda honradez, que soy el primero en desear esa confianza, en necesitar de esa fe. Pero no se ama a esta patria, y asumo la palabra con todas sus consecuencias, decretando pajaritos, ni llamando a una concordia gratuita, como si nada hubiese sucedido. Suelo pensar en mis hijos, cada vez que estos bochornos suceden, señor Presidente, simplemente porque no les deseo un país estúpido. No se escribe la historia en tiempo futuro. Se escribe, casi siempre en pasado, como todo lo que se aprende.
Por eso, no vacilo en declarar mi absoluta y emocionada admiración por el discurso que el doctor Caldera pronunció en el Congreso, una hora después de la intentona. Eso fue hablar claro y derecho y no pasar por mentecato. Pocas veces en mi vida he visto y oído a un dirigente político venezolano interpretar con tanto acierto la sensibilidad de un acontecimiento, y me atrevo a escribirlo con la paz de conciencia que me da haber adversado casi sistemáticamente las posiciones del doctor Caldera ante su partido en estos últimos años. No era lo fundamental, desde luego, a discernir si el golpe de Estado era un magnicidio comprobado, o no. Un levantamiento militar es cualquier cosa, entre ellas, la concreta posibilidad de asesinar a un presidente o al loro de La Casona, de haberlo. Lo importante, lo desgarrador en las palabras de Rafael Caldera, era su indignación ante el “bosque de manos” con el que se pretendía celebrar un decreto que no es otra cosa sino la consecuencia  automática de una emergencia. Se entiende que el Presidente suspenda las garantías después de un episodio destinado a liquidar su gobierno. Lo que no se entiende, ni se entenderá jamás, es ese ridículo y mediocre papel de nuestros congresistas, dispuestos a repetir como autómatas programadas hace 34 años que la aventura del batallón Chirinos no tiene asidero en la realidad, o a reafirmar “con prisa de notarios” para utilizar una redonda expresión de Domingo Alberto Rangel, la urgente necesidad de no discutir, de no hablar ni decir una palabra, de salir de carrerita frente a veinte millones de venezolanos perplejos que en ese momento queríamos sentirnos representados, después de los tremendos sucesos que acabábamos de vivir. Que esto sea un Congreso, que alquien como Morales Bello decida en este país la oportunidad de la palabra, debería ser la primera de nuestras reflexiones, porque la jornada, para decirlo con el lenguaje del cine, era un verdadero primer plano, una oportunidad única, irrepetible, frente a millones de personas, que ese día y a esa hora querían hablar de política, (¡quien lo diría!) esa hermosa palabra que se ha ido diluyendo, de tanto tener que ver con el leguyelo de Acción Democrática.
Después habló ¿Rodríguez Iturbe se llama? Y fue la tristeza, el anticlímax, la Orestíada socialcristiana convertida en sainete. Consigno mi respeto por Hilarión Cardozo y por el inolvidable gesto del representante de la Causa R. Demostraron estar vivos.
Ahora, señor Presidente, le confieso un miedo. Digo yo, en mi ignorancia, que este golpe no me cabe en la cabeza, si debo identificarlo o reducirlo al gesto de unos tenientes. Despues de todo, Rambo es una ficción estúpida, un oportunismo de Hollywood. No se cancela el asunto diciendo que de aquí al tercer milenio, Venezuela no volverá a vivir esa madrugada. Eso es bravata y usted lo sabe mejor que nadie. La democracia es una manera y no un objetivo. Siglos atrás, en la historia de Francia, Luis XI se hizo famoso por decir que el único sentido real de un gobernante era garantizar que los ciudadanos pudiesen comer pollo tres veces al día. Sobra aclarar que en ese tiempo, comer pollo era un privilegio de señores. Pero descartando el simplismo, macroeconomía menos, macroeconomía más, no ha habido mejor expresión del bienestar humano, que esa simpleza monárquica. No tanto por las proteínas del pollo, quién sabe si discutibles, sino por la condición igualitaria, democrática, cultural, de unas pechugas y unos muslos capaces de abarcar la sociedad. El resto, Presidente, es una colección de principios retóricos, demasiado incumplidos en el país que hemos hecho. Tengo la sensación, o quizás deseo tenerla, de que en lo sucesivo, esta tanqueta que humilló el portón de Miraflores, será un convidado ineludible en nuestra historia, un precedente instalado en la conciencia, torpe, ayatolesco, burdo, pero desgraciadamente apoyado en una verdad como una casa. Quítele los cañones. Quítele la violencia. Quítele el dolor de los muertos. Quítele el incumplimiento de un mandato jurado. Quítele la simpleza. Transfórmelo en un comentario del oficial Chávez, algo dicho en un pasillo de Miraflores al oído del Presidente, como un simple acto de fe. Quítele la retótica de sexto grado, la simplificación del Golfo, el patriotismo enervado, nervioso, visceral.
¿No es lo que todos los días escucho en la calle, señor Presidente?
¿No se parece al pueblo?

Domingo 9 de febrero de 1992
José Ignacio Cabrujas AVN 02/02/2012

ALBA INTEGRACION Y NUEVAS RELACIONES PARA EL SIGLO XXI

Anonymous expone el intercambio de correos entre los marines que orinaron sobre cadáveres afganos

MARTES 7 DE FEBRERO DE 2012


Anonymous expone el intercambio de correos entre los marines que orinaron sobre cadáveres afganos
El grupo filtra en Pastebin el intercambio de correos entre los soldados, todos burlándose de los sucedido con una serie de calificativos de corte racista.
alt1040.com
El pasado mes de enero se identificaron a los cuatro marines que orinaron sobre los cadáveres de varios afganos muertos en la provincia de Helmand (Afganistán). El Ejército de Estados Unidos confirmaba su identificación aunque no hacía público sus nombres. Hoy y tras la intervención del colectivo Anonymous de una conferencia entre el FBI y oficiales británicos, el grupo filtra en Pastebin el intercambio de correos entre los soldados, todos burlándose de los sucedido con una serie de calificativos de corte racista.
El movimiento supone un paso anunciado tras la intercepción de la conferencia. Anonymous indicó entonces que revelaría correos sobre la muerte de desarmados en la guerra de Irak así como una serie de filtraciones referentes al Ejército de Estados Unidos.
El 13 de enero de este año era el propio ejército el que comunicaba la identificación de los cuatro marines que aparecían en un vídeo orinando sobre los cuerpos de varios afganos. Marines de los que no se sabía su nombre y cuyo vídeo provocó gran indignación en la red.
La filtración en Pastebin muestra el intercambio de correos entre militares y marines que participaron en la despreciable acción. Parte de los comentarios filtrados muestran la preocupación entre varios miembros y la posibilidad de que puedan ser identificados por haber colgado el vídeo en Internet. También aprovechan para burlarse de la acción con todo tipo de improperios de corte racista. Estos son algunos de los fragmentos entre los que se encontrarían los nombres de James Spoo, el coronel Jim Miles, Pat Dugan y el ex-infante de marina Don Greenlaw:
… Colocamos grasa de cerdo sobre ellos, grasa de cerdo sobre los muertos… les dimos de comer a los perros locales. No deberíamos publicarlo en Internet.
… No lo pongas en Internet (afirma otro correo). Sabes que alguien de la prensa, del Gobierno o del Departamento de Defensa va a hacer de este tema algo gordo y después irán a por ti. He oído que las fotos han identificado ya a dos de los miembros del equipo y estoy seguro que van a plantear cargos contra ellos…
Esto va a ser como el incidente de Abu Ghraib. Cuando posaron en fotos con los presos para pasar un buen rato… No lo pongáis en Internet, nadie hablará de ello si no está en la red.
Luego sería el propio Coronel Miles el que intervendría en esa serie de mensajes exponiendo su malestar ante la situación. Miles recrimina la actitud mostrada por los marines al torturar y orinar a los cadáveres en un acto que no duda en calificar como “por debajo de los estándares de nuestro país”.
EL hombre concluye diciendo que los hombres y mujeres militares de Estados Unidos deben defender la dignidad del país y su posición a los ojos del mundo entero.
Sea como fuere Anonymous promete muchas más filtraciones como la ocurrida, la primera de una larga lista de, a su juicio, atrocidades de guerra que atentan contra los derechos fundamentales de cualquier individuo.

Los países aliados contra el Asad retiran en cascada a sus embajadores de Damasco

El ministro ruso de Exteriores rechaza en Siria cualquier intervención extranjera y defiende el papel de la Liga Árabe

 Moscú / Damasco 7 FEB 2012 -

Imagen de la agencia oficial siria de Sergei Lavrov y Bachar el Asad hoy en Damasco. / AFP

Aumenta la presión diplomática contra el presidente sirio Bachar el Asad. Estados Unidos, que ha cerrado su embajada; Países Bajos; Bélgica; Francia; Italia; España y los países del Golfo han decidido retirar a su embajador en Damasco. Los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahréin, Omán, Kuwait, Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) han ido más allá y han exigido a los embajadores sirios que abandonen de inmediato su territorio, según un comunicado del organismo.
Todos los ojos están puestos en la visita del único aliado que le queda a El Asad. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, se ha reunido esta mañana en Damasco con el presidente sirio en medio de una de las ofensivas más duras contra la oposición en la ciudad de Homs, epicentro de las revueltas que comenzaron hace casi un año en Siria.

Serguei Lavrov
 ha asegurado por su parte a Bachar el Asad que Rusia está dispuesta a buscar una solución al conflicto sobre la "base de la iniciativa de la Liga Árabe". "Siria necesita la paz, y se debería alcanzar un acuerdo fuera de cualquier intervención extranjera", ha señalado el ministro ruso tras la reunión, según la agencia oficial Sana.El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, ha declarado que espera de su colega ruso una advertencia clara a las autoridades de Siria para que detengan la ola represora que está causando miles de muertos en la población civil. "Rusia lleva mucha responsabilidad en su equipaje. Esperamos de Moscú que transmita claros mensajes al régimen de El Asad", ha dicho Westerwelle, para quien el jefe de la diplomacia rusa debe dejar bien claro en Damasco que "la violencia y la represión deben finalizar". Además, Berlín se plantea el cierre definitivo de la legación tras reducir considerablemente su personal, según ha revelado el ministro germano.
"Los dirigentes de los países deben ser conscientes de su parte de responsabilidad y ustedes son conscientes de la suya", ha afirmado Lavrov durante su encuentro con El Asad, citado por RIA. "Es de nuestro interés que los pueblos árabes vivan en paz y concordia", ha añadido. 
Lavrov ha llegado este martes a Damasco acompañado por el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, Mijail Fradkov, con el objetivo de reunirse con El Asad, según ha informado el Ministerio de Exteriores de Moscú. La visita se produce tres días después de que Rusia y China vetaran en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución árabe y occidental en la que se pedía la renuncia de Al Asad.
El objetivo del viaje, según el Ministerio ruso, es buscar "la vía más rápida para la estabilización de la situación en Siria a través de la introducción inmediata de unas reformas democráticas cuyo momento ya ha llegado". La televisión estatal siria ha mostrado a cientos de personas concentradas en la autovía principal de Damasco para dar la bienvenida a Lavrov. 
"El principal objetivo de Rusia es salvar algo de los escombros de El Asad y contener la influencia de Occidente en su principal aliado en el mundo árabe", comentó este domingo a Reuters Shashank Joshi, del instituto de análisis militar Royal United Services Institute. Moscú tiene en Siria su única base naval. 
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, ha declarado a Reuters que, durante una conversación que mantuvo este lunes con Lavrov, éste le anunció que presentaría una propuesta a Damasco en nombre del Gobierno ruso.
Mientras, el Consejo Nacional Sirio, que reagrupa al grueso de la oposición en el exterior, y el Ejército Sirio Libre, en el que se han alistado miles de militares desertores, difundieron este martes un comunicado conjunto en el que piden ayuda financiera para luchar contra el régimen.
“Lanzamos un cálido llamamiento a los hombres de negocios para que participen de manera directa y eficaz a la financiación legítima de las operaciones de autodefensa y de protección de áreas civiles llevadas a cabo por el ESL”, reza el texto.
La oposición siria está siendo financiada por las monarquías del Golfo pérsico empezando por Arabia Saudí y Catar. Su llamamiento de hoy está más bien dirigido a los hombres de negocios sirios a los que les pide apoyo financiero a cambio, se supone, de no pedirles cuentas cuando caiga el régimen del presidente El Asad. Es también una manera de obligarles a tomar partido y tratar de acelerar el desmoronamiento del régimen.
El Gobierno chino baraja por su parte la posibilidad de enviar un emisario a Oriente Próximo para discutir la crisis en Siria, según ha indicado este martes su Ministerio de Exteriores, en un intento por calmar las críticas tras su veto a la resolución respaldada por la Liga Árabe en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Rusia acusa a Occidente de haberse precipitado al votar en la ONU

Lavrov intenta justificar la posición de Moscú antes de viajar a Damasco



El ministro ruso de asuntos exteriores, Serguei Lavrov. / DENIS SINYAKOV (REUTERS)



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Ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha intentado el lunes justificar el veto de su país a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria y ha “lamentado” que ese documento hubiera sido sometido a votación “precipitadamente” e ignorando su ruego de esperar al regreso del viaje que emprende el martes a Damasco.
Lavrov, acompañado del jefe del espionaje ruso, el exministro Mijaíl Fradkov, se entrevistará en la capital siria con el presidente sirio Bachar el Asad.“Es lamentable que los coautores [de la resolución] decidieran someterla precipitadamente a votación, aunque les habíamos solicitado que nos dieran varios días (…) después de que Mijaíl Fradkov y yo visitemos Damasco el 7 de febrero”, ha dicho Lavrov.
EE UU y los países occidentales se han mostrado irritados ante el veto de Moscú y Pekín a la resolución que incorporaba los principales argumentos rusos, al no exigir el cese de Bachar el Asad ni declarar el embargo de venta de armas ni justificar una intervención armada. Para los coautores de la resolución “no hubiera cambiado nada si hubieran esperado tres días”, ha dicho Lavrov, pero “les importaba más culpar a otros de lo que sucede, distraer la atención de las actividades de los insurgentes que reciben armas, consejos y ayuda del extranjero”.
“Para ellos esto era más importante que lograr el consenso en el Consejo de Seguridad”, ha agregado el ministro, y ha señalado que el negarse a esperar supone una clara “falta de respeto” en relación a Rusia. Moscú y Pekín, ha dicho, temen que se repita la situación de Libia, donde la oposición con ayuda de la OTAN y permiso del Consejo de Seguridad pudo derrocar al régimen de Muamar el Gadafi pero no logró estabilidad.

La posición de los países árabes en contra de El Asad se debe sobre todo a las contradicciones entre chiíes y suníes
Lavrov se ha manifestado sorprendido de que los autores de la resolución no aceptaran las enmiendas rusas que “concretaban los pasos que esperamos de los grupos armados que se baten del lado de los enemigos del régimen”. Rusia, según ha explicado, había propuesto complementar la petición al Gobierno sirio de retirar sus efectivos armados y de seguridad de las ciudades con otra exigencia análoga a la oposición armada para que ésta abandonara esas ciudades y no intentaran ocupar barrios enteros.
Moscú quería además que la resolución incluyera un llamamiento a la oposición política siria a distanciarse de los extremistas armados y otro llamamiento a la comunidad internacional para que utilice su influencia pacificadora sobre la oposición y sobre el Gobierno. “Estas propuestas fueron rechazadas categóricamente por los coautores”, ha dicho.
En Moscú, políticos y analistas debaten la posición rusa. El ex primer ministro ruso, Yevgueni Primakov, arabista de formación y exjefe de los servicios de seguridad rusos, acusa a los medios de comunicación occidentales y del mundo árabe de mantener posiciones no objetivas y unilaterales sobre lo que sucede en Siria. En un artículo en el diario oficial Rossískaya Gazeta, Primakov afirma que la oposición no “ha dado ni un solo paso” hacia las propuestas de reforma política de Asad, quien cuenta con un “significativo” apoyo de gran parte de la población, tal vez incluso de “la mayoría”.
Según Primakov, los insurgentes rechazaron los intentos de Moscú de mediar, y Rusia y China no querían ser engañadas una segunda vez y aprobar puntos que pudieran llevar a una intervención armada, ya que en el caso de Libia la “parte amorfa de la resolución de la ONU fue utilizada directamente para echar al régimen de Gadafi”. Primakov afirma que EE UU y sus aliados de la OTAN quieren “utilizar la situación surgida en la primavera de 2011 en el mundo árabe con el fin de eliminar los regímenes árabes incómodos”. “Siria se ha convertido en víctima, sobre todo, porque está cerca de Irán”, señala y afirma que derrocar al régimen de Damasco es “parte del plan de aislamiento de Irán”.
“El acercamiento de Damasco y Teherán ha sido influido por la falta de resolución del conflicto árabe-israelí”, ha señalado Primakov, según el cual Hafez Asad, el padre del actual presidente sirio, le habría dicho que intentaría no quedarse solo frente a Israel. La falta de regulación de conflicto de Israel, “empujó a Damasco a crear una retaguardia iraní por si acaso”.
La posición de los países árabes en contra de El Asad se debe sobre todo a las contradicciones entre chiíes y suníes que se han visto agravadas por la operación norteamericana en Irak. Los suníes dominan en la Liga Árabe y temen que se cree un cinturón chií desde Irak a Siria y Libia a través de Irán. En el norte de África y Oriente Próximo hay bastantes ejemplos de lo que puede producir la política irresponsable, según Primakov, que exhorta a los autores de la resolución del Consejo de Seguridad a oponer esfuerzos colectivos para no permitir que la situación se deslice hacia la guerra civil, e insiste en necesidad de tomar medidas para regular el conflicto árabe-israelí.
Por su parte, Georgui Mirski, un respetado especialista en Oriente Próximo, afirmaba que, a un mes de las elecciones, Putin no podía entregar al “último aliado” en Oriente Próximo para satisfacción de los norteamericanos. La idea de que la resolución del Consejo de Seguridad abre el camino a la intervención occidental no tiene base, según Mirski. Occidente no se propone reproducir en Siria el escenario libio, porque en Siria la aviación no actúa y la ONU no dará permiso para una operación de infantería desde la Liga Árabe. Tras señalar que la primavera árabe se convirtió en una marcha triunfal del islamismo con consecuencias “bastante indeseables” para Occidente, Mirski señala que Occidente no desea sacrificar la vida de sus soldados para que en Damasco lleguen al poder los Hermanos Musulmanes: “Si Occidente ya decidió que los días de Bachar el Asad están contados, lo ventajoso ahora es echarlo con ayuda de los árabes y Turquía, y esto no tiene nada que ver con la resolución del Consejo de Seguridad”.